con una espátula
Venezuela debería celebrar elecciones presidenciales el próximo año, aunque hay una serie de obstáculos que superar, como dicen los expertos sobre el régimen chavista. Nicolás Maduro, que lleva una década en el poder, está decidido a permanecer en el palacio de Miraflores, pese a la oposición de la mayoría de la sociedad venezolana y de la comunidad internacional en su contra.
Por Infobae
Para ello cuenta con un recurso infinito de trampas electorales, la más brutal y manifiesta incompetencia política, una especie de as que le permite retener a los principales líderes de la oposición, incluida la ganadora de las primarias, María Corina Machado. . El líder de Venezuela Vente está sujeto a una prohibición que le impide ocupar cargos públicos durante 15 años, emitida en 2015, que se extiende hasta 2030 y lo excluye de las elecciones del próximo año.
Estados Unidos medió en la disputa y, a favor de las garantías democráticas para las elecciones, acordó levantar algunas sanciones a cambio de la aprobación de Machado en el marco del Tratado de Barbados. Aunque el oficialismo se mostró reacio a plantear esta demanda, se acordó y definió que los afectados podrían acudir a la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para que revise sus casos.
El periodista Leocenis García y el exalcalde Daniel Ceballos comparecieron ante los magistrados para solicitar una reevaluación de su situación, mientras que Machado se opuso al asegurar que “no hay ningún acto recurrible” porque “no fue informado al respecto”.
La decisión del líder de la oposición puede entonces entenderse de varias maneras: por un lado, no estaba informado por la convicción práctica de la falta de legitimidad del procedimiento, así como por su propia desconfianza en cualquier proceso gubernamental o, incluso, el sistema del país por una historia tan larga.
La incompetencia no es nueva en Venezuela; Al contrario, ya llevan 17 años ocupando la escena política nacional.
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