Los chilenos acudieron este domingo a las urnas en un referéndum impulsado por la derecha del país para cambiar la constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet; Sin embargo, y como había ocurrido antes, ante el llamado de la izquierda, los sureños rechazaron un nuevo texto constitucional.
Con más del 99% de la mesa escrutando y sin cambios en las tendencias, la opción “en contra” ganó con el 55,76% de los votos, mientras que la opción “a favor” del cambio de la Carta Magna obtuvo el 44,24% de los sufragios. Servicio electoral reportado por Chile.
De igual forma, destacaron la altísima participación en el proceso, al acudir 12.951.763 personas a ejercer sus derechos. Esto representa alrededor del 84% del censo electoral.
El partido conservador Unión Demócrata Independiente (UDI), que apoyó el nuevo documento, fue el primero en admitir los resultados.
Los chilenos “no quieren un cambio constitucional”, dijo el líder de la UDI, Javier Macaya.
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Esta nueva propuesta de constitución, preparada por un consejo dominado por los miembros mayoritarios del Partido Republicano y Chile Vamos, los miembros mayoritarios de la derecha tradicional chilena, tampoco fue bien recibido por los sureños. La mayoría demostró estar satisfecha con la actual Carta Magna.
Con la victoria de la opción “oposición” – apoyada por el gobierno y la izquierda y líder en todas las elecciones – la Constitución actual sigue en vigor. Está vigente desde 1980, luego de ser elaborado y aprobado por el régimen de Pinochet.
Sin embargo, el texto constitucional fue reformado en 2005 por el presidente socialista Ricardo Lagos.
Victoria con sabor a derrota.
Si bien la izquierda puede considerar una victoria que se haya impuesto la opción “en contra”, a Boric y su gobierno le sabrá a derrota. Después de que los partidos de izquierda perdieran la oportunidad de establecer una constitución socialista el año pasado.
A esto se suma que firmaron una declaración conjunta en la que se comprometieron a no impulsar el tercer proceso material.