Cuatro superpetroleros han quedado varados frente a las costas de Venezuela desde diciembre, según puede rastrear Bloomberg. Con capacidad para transportar 8 millones de barriles de petróleo, estos enormes buques han acumulado facturas de millones de dólares sin entregar la carga debido a retrasos.
Dos de estos buques fueron fletados por la refinería de petróleo polaca Orlen SA, pero no llegaron a Europa como cabría esperar. Sorprendentemente, estaban dirigidos a compradores de Asia. La compañía confirmó que su brazo comercial suizo ha reservado al menos un buque para transportar petróleo venezolano, aunque no especificó cuál.
En esta situación también está implicado el grupo Vitol, uno de los mayores comerciantes independientes de petróleo del mundo. Según fuentes cercanas al acuerdo, han fletado un barco inactivo frente a las costas de Venezuela. Sin embargo, tanto Orlen como Vittal optaron por guardar silencio y no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Los fletadores que reservan estos buques enfrentan una tarifa de retención llamada “estadía”. Para algunos buques cerca de Venezuela, estas tarifas superan los 100.000 dólares por día. Un retraso de tres meses puede provocar daños de hasta 9 millones de dólares. La incertidumbre persiste mientras estos superpetroleros permanecen atrapados en aguas latinoamericanas, elevando los costos y desafiando las expectativas del mercado petrolero mundial.