con una espátula
Venezuela ha estado experimentando una dolarización espontánea durante los últimos 5 años, debido a la alta inflación, la disminución del poder adquisitivo de su moneda y la necesidad de los ciudadanos de proteger sus ingresos en una moneda estable. Pero, ¿cómo pueden los ciudadanos conseguir estas entradas?
Por Adriana Núñez Rabascall / vozdeamerica.com
Venezuela comenzó a dolarizarse por su cuenta a fines de 2017, cuando su economía entró en hiperinflación y los precios subieron diariamente. En ese momento, se realizaron algunas transacciones en monedas como el dólar, el euro, el peso colombiano y el real brasileño. En 2019 el proceso se intensificó hasta llegar a momentos como ahora, en que es una excepción preguntar precio o presupuesto y alguien puede responder la cifra en bolívares, la moneda local.
“Los venezolanos comenzamos a hacer un uso intensivo del dólar, tanto que en 2021 alcanzamos el pico de transacciones en dólares, donde más del 60 por ciento de los pagos se realizaron en divisas. Luego bajó un poco y hoy estamos cerca del 50 por ciento”, señala el economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica.
Venezuela no puede aceptar dólares de la Reserva Federal de EE. UU. ya que su banco central fue autorizado en 2019, por lo que los dólares llegan por otros canales. La principal es la venta de petróleo y oro en el exterior. El resto ingresa al país a través de remesas, quienes retiran efectivo mientras viajan al extranjero, quienes tienen cuentas bancarias internacionales y por comercio ilegal, según la consultora Dataanalysis.
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