con una espátula
El italiano Daniele De Rossi ha regresado a casa por todo lo alto. La Roma, aunque trabajó más de lo previsto, venció al Hellas Verona (2-1) en un partido con mucha carga anímica por el regreso de una leyenda y porque era el primer duelo desde la era Mourinho que se resolvió con goles de El belga Romelu Lukaku y el italiano Lorenzo Pellegrini regresarán a Europa para acercarse a la pelea.
De Rossi, pese a subir al banquillo hace unos días, quiso dejar su primera huella. Pasó del clásico 3-5-2 de Mourinho a una línea de 4 defensas, 3 centrocampistas y tres delanteros. Funcionó en la primera parte ante un Verona mermado que apenas pudo resistir.
Porque bajo la inspiración del nuevo técnico, la Roma parecía renovada. En el medio del campo, Pellegrini volvió a ser el hombre que no era desde hacía meses. Participó en la creación y tuvo peso en las llegadas de ataque. Todo iba bien en un equipo olímpico que rindió sus últimos respetos a Mourinho mientras le dedicaba canciones a la leyenda que regresaba.
Tanto es así que el gol que merecían los locales no se hizo esperar. Poco antes del minuto 20, El Shaarawi, uno de los participantes, descubrió un recorte y una finta que le dio tiempo a decidir dentro del área. Levantó la vista y vio al siempre disponible Lukaku, quien inauguró la primera ‘era De Rossi’.
Fue el comienzo de los mejores minutos de la Roma en semanas. Pasó a la ofensiva y aprovechó al indefenso Verona. Apenas cinco minutos después del primer gol, un centro de Lukaku y un desvío intencionado de El Shaarao dejaron solo a Pellegrini, que con un zurdazo superó a Montipo y puso el 2-0 arriba a la capital italiana.
Dos goles en menos de 6 minutos que emocionaron a la afición. Pero es complicado que un equipo cambie en 3 días. Y los fantasmas del pasado reaparecieron en la segunda parte, que resultó mucho más aterradora de lo esperado e iba a amargar el estreno de De Rossi.
Y en el minuto 64, con el partido controlado, ya a paso lento, un centro lateral del Verona puso en peligro todo el trabajo hasta el momento. Zürich remató de cabeza y el balón se fue directo a los brazos extendidos de Llorente, que estaba de espaldas y no veía la dirección del balón. El delantero bosnio del Verona tomó el relevo desde el punto penal, pero su disparo se fue por encima del travesaño.
Vuelven las dudas en el equipo olímpico y Verona se levanta. Poco a poco fue ahogando a los nativos -ahora menos a Diwala- en sus campos y vagaban con peligro por la zona. Y 10 minutos después del penalti, Folorunsho encontró un sensacional disparo a Paredes en el medio campo, unos metros después, para sacar un disparo que Rui Patricio no pudo atrapar por un claro error del portero portugués, porque el balón estaba allá. Muy concentrado.
El gol espoleó a un Hellas desesperado y le metió en la eliminatoria. ‘Lobo’ resistió esos momentos de angustia general y acabó encontrando espacio para un objetivo de paz que finalmente nunca llegó. Los resultados no cambiaron. Los goles de Lukaku y Pellegrini dieron tranquilidad a De Rossi, que se estrenó con la victoria. Caracas Al Dia