Caracas Al Dia
La relación entre Joe Biden y Nicolás Maduro vive su mejor momento. La serie de intercambios de esta semana, que desembocaron en la liberación de Alex Sabre, la supuesta figura del “presidente del pueblo”, se superpuso también a la polémica deportación del teniente Pedro Naranjo, quien llegó a Caracas a pesar de ser hijo de un general que fue político. prisionero. Tres años y pese a ello, dejó su cargo para huir a Estados Unidos junto a su padre.
Daniel Lozano || el mundo
Además de la falta de protección de los derechos humanos, hay un claro retroceso en los años de protección brindada a la oposición venezolana. En medio de la gran crisis migratoria que sufre Estados Unidos en su frontera sur, Washington aparentemente ha decidido abordarla cuando falta menos de un año para las elecciones presidenciales. Así quedó claro el jueves, cuando un portavoz admitió que la liberación del magnate colombiano Saab formaba parte de su “estrategia contra la inmigración ilegal”.
Los vuelos directos de deportación desde Estados Unidos y Caracas comenzaron en octubre en paralelo a la firma del Acuerdo de Barbados entre el gobierno y la oposición. Y no pararon. En el último, repleto de inmigrantes, viajaba también Naranjo, de 27 años, que lleva dos meses en un centro de detención de inmigrantes del estado de Luisiana con la esperanza de recuperar la libertad.
No fue así. Estados Unidos lo ha entregado a las autoridades de su país, que lo mantienen recluido en la prisión militar de Ramo Verde, donde se encuentra desde hace más de tres años el expreso político Leopoldo López, confirmó a El Mundo el abogado Alonso Medina Roa. , líder de la Alianza por los Derechos Humanos y la Democracia. Se le acusa de dimitir.
A pesar de ser hijo del mayor general Pedro José Naranjo Suarez, preso político durante tres años y medio, al teniente no se le concedió asilo. Ambos habían huido de Venezuela un año antes y, a pesar de sus actos heroicos, no encontraron la solidaridad que esperaban. Primero en Colombia, donde la administración del aliado de Maduro, Gustavo Petro, les dio la espalda. Y luego a México, donde tampoco los ayudaron. Ante tal situación, decidieron cruzar el Río Bravo el 4 de octubre, una vez en Estados Unidos, para entregarse a las autoridades y pedir asilo y protección.
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