Debido a las fuertes lluvias del martes 25 de diciembre, la laguna de oxidación de la refinería El Palito se desbordó afectando las playas aledañas a Puerto Cabello.
Playas en el municipio de Puerto Cabello, estado Karabobo, se vio afectada por el desbordamiento de la laguna de oxidación de la refinería El Palito. Manchas negras de desechos de petróleo llenan el agua y la arena de las playas de Puerto Cabello.
Todos los residuos de la producción de combustible, petróleo crudo y aguas residuales llegan a la laguna de oxidación. Según los trabajadores, la laguna de oxidación no se vacía adecuadamente. La noche del martes se registraron fuertes lluvias que desbordaron la laguna y afectaron las playas aledañas.
El medio local El Carabobeno, informó que informes para la gestión nacional de riesgos señalaron la presencia de personal de la Policía de Carabobo, del Ministerio Ecosocial, de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), de bomberos de Puerto Cabello. PDVSA y la refinería El Palito, a partir de la mañana de este 26 de diciembre. Los agentes llevaron a cabo la investigación y el despacho de combustible.
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#Urgente La refinería El Palito volvió a derramar petróleo frente a las costas de Carabobo, cerca del Parque Nacional San Esteban.
Esta severa emergencia provocó más de 20 derrames de petróleo de una misma refinería, impactando severamente a las comunidades más vulnerables. pic.twitter.com/54T451slb3
— Gabriel Samuel Cabrera Perojo (@gabocabreravjala) 26 de diciembre de 2023
Trabajadores, vendedores y pescadores de la zona están preocupados por la paralización de la actividad debido a la contaminación de estas playas. Hasta el momento se desconoce el impacto ambiental.
Una situación similar ocurrió en agosto de 2020. Un derrame de hidrocarburos afectó las playas de El Palito y cuatro kilómetros de costa en Boca de Aroa y Tucacas.
En junio de 2023, la refinería El Palito reanudó sus operaciones después de un año de cierre, informó Reuters. La refinería está atravesando importantes proyectos de reparación y ampliación tras un contrato de 100 millones de euros con la Compañía Nacional de Refinación y Distribución de Petróleo, de propiedad estatal de Irán. Tras su puesta en funcionamiento, a finales de junio la refinería producía sólo una quinta parte de su capacidad total.
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