Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica -bajo la agrupación alternativa BRICS- mantienen su deseo de crear una moneda común que permita el comercio entre ellos y así proteger al incipiente banco de desarrollo.
Los cinco países que se erige como la mejor alternativa al orden mundial impuesto por Occidente, quieren alejarse cada vez más del dólar estadounidense, aunque se consideran las particularidades de cada país miembro, sobre todo en este momento en que todos vienen. La salida de la crisis pandémica y su impacto en la economía.
“Esto es algo que debemos discutir y discutir adecuadamente”, dijo a principios de mayo la ministra de Cooperación y Relaciones Internacionales de Sudáfrica, Naledi Pandar. También deseó que el tema sea incluido en la agenda de debate de la próxima cumbre de jefes de Estado del bloque a realizarse en agosto.
En la misma línea están las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, quien a principios de año abogó por el uso de monedas alternativas para “garantizar un desarrollo sostenible protegido de los dictados externos”.
En mayo, Lavrov aseguró que los países BRICS “han estado trabajando durante algún tiempo en medidas para reducir la participación del dólar en los pagos mutuos y avanzar hacia pagos en monedas nacionales”, informó Sputnik.
En enero, comentó que el tema “definitivamente será discutido en la cumbre BRICS que se realizará en Sudáfrica a fines de agosto”.
Lula es el principal promotor
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, es uno de los principales defensores de una moneda común dentro del bloque BRICS. De hecho, el presidente también presentó su propuesta al bloque regional MERCOSUR, integrado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
“Sueño que nuestros países tendrán una moneda común para usar en las transacciones, para que podamos ser independientes del dólar. No puede ser que no podamos tener más libertad para llevar a cabo nuestro negocio. Sueño que los BRICS tengan su propia moneda, como la Unión Europea tiene el euro”, declaró Lula da Silva el 29 de mayo, luego de una reunión con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro.
En declaraciones a la prensa, el mandatario brasileño destacó los problemas que enfrenta Venezuela debido a las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos y la dolarización de facto que existe en el país. Y reflexionó que el país podría realizar su comercio con la moneda de otros estados.
“Es culpa de Estados Unidos, que ha impuesto sanciones estrictas. Solo puedo decir que las sanciones son peores que la guerra”, enfatizó Lula.
La idea del presidente brasileño es avanzar en la desdolarización de la economía sudamericana, idea que quiere trasladar al bloque BRICS.