A ritmo de palcos y maracas, Yarens Diablada de Miranda concluyó este domingo las fiestas en honor a Jesús Sacramentado, como es costumbre, esta vez en el Santuario Eucarístico Diocesano San Francisco de Paula con una numerosa concurrencia. Asimismo, se construyó otro desarrollo urbano “Colinas de San Francisco”, ubicado sobre la carretera nacional Santa Teresa del Tui-San Francisco de Yare, en el municipio de Simón Bolívar en Valles del Tui.
Yerence es el diablo
Con la Misa dominical en el Santuario Eucarístico Diocesano San Francisco de Paula, a las 7 am dio inicio la Misa a cargo del Pastor Enrique Yáñez. La segunda eucaristía, en el marco de la celebración de los 274 años de danza de los diablos en el año, fue en la entrada de Colinas de San Francisco a las 10 horas.
La homilía estuvo presidida por el sacerdote Jonfar Camacho, quien destacó que este año la octava del Corpus Christi en Yare estuvo dedicada al padre Francisco “Pancho” Mijares Alzuru, quien fuera párroco del Templo San Francisco de Paula en Yare y falleció el pasado diciembre. 28, 2022. El Padre Pancho tuvo devoción, fe, compromiso y pasión por Jesús Sacramentado. Era el guardián de la hermandad de los demonios.
“Este año queremos dedicar la Octavita de Corpus Christi a nuestro gran amigo, padre y hermano: el presbítero Francisco Mijares Alzuru, (Padre Pancho), quien fue devoto y promotor del Santísimo Sacramento en nuestra comunidad, y que siempre transformó nuestra iglesia parroquial en un santuario eucarístico querido ver, para mayor gloria del Santísimo Sacramento del Altar”, argumentó el pastor Camacho.
Visitaron otros 15 santuarios
Más de 500 devotos bailaron en los 15 altares distribuidos en la urbanización Colinas de San Francisco de Yare. Frente a un altar, el cacique, realizaba el ritual de la “Jalada de la Mata” para rezar por la bendición del diablo para que se extendiera la paz, cesaran las guerras, las intrigas y el odio. Junto con esto, rezan por la llegada de la lluvia y la buena cosecha para el país, como lo hacían los esclavos en ese momento.
Saúl Yánez, alcalde del municipio de Simón Bolívar, dijo que “este ritual de purificar la tierra se hacía en los días que no llovía en este campo; y los diablos danzantes quitaban la maleza del suelo. Acto seguido purificaban la tierra para que nacieran las plantas que dan fruto para la vida.
Señaló que la visita al altar se inició el pasado miércoles, tras una petición de permiso para bailar en las calles del municipio tuero. Ese día, la Diablada visitó 38 altares, el jueves de Corpus Christi bailaron en 48 altares, y este domingo de Octavita los hermanos visitaron otros 15 altares.
De igual forma, destacó que este año la danza de las promesas de Jesús Sacramento pasó por 101 altares instalados en distintas calles de la ciudad. El año pasado se visitaron 98 altares. El número de altares en honor a Jesús Sacramentado se incrementará para el próximo año.