Disidentes de las FARC emitieron un comunicado exigiendo entrar “en consulta” y suspender temporalmente las conversaciones de paz. Los rebeldes se quejan, entre otras cosas, de la militarización del espacio para promover el crecimiento de las comunidades campesinas.
Texto: RFI/AFP
El mayor grupo disidente de la guerrilla de las FARC anunció este domingo que decidió abandonar la mesa de negociaciones en Colombia, acusando al Gobierno de “extorsión” a menos de un mes de su instalación.
“A partir de hoy anunciamos la suspensión de la mesa de diálogo y la agenda acordada entre el gobierno” del izquierdista Gustavo Petro y el llamado Estado Mayor Central (EMC), que se negó a firmar el acuerdo de paz de 2016, informaron. Una declaración..
En el texto no especifican qué violación alegan por parte de la fuerza o autoridad pública. Sólo aseguraron que el “incumplimiento” del Estado es “total” y que el Gobierno “sigue privilegiando la perspectiva militar”, operando en zonas donde la EMC está presente.
Representantes de la guerrilla y Petro sostuvieron conversaciones el 16 de octubre en Tibú, un municipio en la frontera con Venezuela donde la guerrilla impone su gobierno.
La declaración tomó varios meses más de lo que las partes esperaban a principios de año, ya que las operaciones militares y los ataques que cobraron la vida de personal uniformado y civiles erosionaron la confianza entre los negociadores.
Con el inicio de esta fase de negociaciones también se inició un alto el fuego bilateral nacional durante tres meses. Tal y como se anunció este domingo, el alto el fuego se mantendrá.
Ninguna fuente gubernamental o militar mencionó el anuncio de EMC.
Los militares dijeron que unos 100 soldados fueron detenidos por civiles mientras realizaban operaciones de desmovilización y luego fueron liberados en el sector El Platedo del departamento del Cauca (suroeste).
Carlos Patiño, de EMC, aparentemente era “un potencial instrumento” de los presos por parte de la estructura, denunciaron en un comunicado. Los uniformados fueron evacuados en helicóptero.
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¿Es culpa de las disidencias de las Farc o del gobierno?
Néstor Gregorio Vera, mejor conocido como Iván Mordisco, era uno de los guerrilleros de más alto rango de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no quiso ser parte del acuerdo de 2016 y del desarme del año siguiente.
Los disidentes no están de acuerdo con algunos de los puntos acordados sobre el cese de armas y afirman que las zonas que han tomado quedan a merced de otros grupos armados.
También ha aumentado la fuerza de sus piernas. A finales de 2022, contaban con unos 3.500 miembros, según cifras oficiales. El ex número dos de las FARC, Iván Márquez, firmó el acuerdo, pero volvió a esconderse en 2019 y formó un grupo disidente que carecía de los poderes de la EMC.
Petro volvió a acercarse a Iván Mordisco para que aceptara un tratado de paz y viviera legalmente, pero el proceso estuvo plagado de reveses. Los analistas culpan a la falta de voluntad de la guerrilla y a la improvisación del gobierno.
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Nuevo impulso para Petro
Esta semana Petro recibió dos fuertes golpes a su política de “paz total”, con la que quiere destruir a través del diálogo a todos los grupos armados del país.
Guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en conversaciones desde noviembre de 2022, admitieron haber secuestrado al padre del futbolista internacional Luis Díaz en el departamento de La Guajira (Norte).
Conocido como “Mane”, el entrenador amateur sigue detenido cerca de la frontera con Venezuela, aunque la organización guerrillera más grande y antigua del continente ha prometido liberarlo pronto.
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