Caracas Al Dia
Después de su eliminación más inesperada hasta el momento, Novak Djokovic remontó dos sets en contra para vencer a su compatriota serbio Laszlo Džerre en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos el viernes por la noche.
Djokovic, que compite por un récord de 23 trofeos de Grand Slam, pasó por un calvario para vencer a Djere, el No. 38 de la ATP, por 4-6, 4-6, 6-1, 6-1 y 6-3. En un duelo que finalizó a la 01:30 horas en Nueva York.
La estrella serbia, que no pierde en tercera ronda en Flushing Meadows desde 2006, jugará en octavos de final contra el croata Borna Gozo (105º de la ATP).
En su récord de Grand Slam, la última salida de Djokovic antes de los octavos de final fue en la segunda ronda del Abierto de Australia de 2017.
En medio del asombro y la emoción de las gradas en la pista más grande del mundo, Djokovic afrontaba una derrota que acabaría con los sueños de los aficionados de una nueva gran final entre el prodigio serbio y español Carlos Alcaraz.
“Fue uno de los partidos más duros que he jugado aquí en años. Gran mérito para Laszlo por jugar el mejor tenis que he visto en mi vida”, admitió Djokovic.
Sin nada que perder, Djere se enfrentó al mayor ídolo deportivo de su país y se decidió a lograr la hazaña.
El tenista serbio, de 28 años, mostró su tenis desde el principio para deleite de unos 24.000 aficionados, que no esperaban disfrutar de esta batalla de tres horas y 45 minutos.
Djere, que tiene en su haber dos trofeos ATP en tierra batida, demostró el carácter con el que ha construido su carrera a pesar de la enorme desgracia personal.
Perdió a su madre por cáncer de colon a los 16 años y a su padre por la misma enfermedad a los 23 años. Djere siguió con su carrera y un año después pudo dedicar su primer título ATP en Río de Janeiro.
El serbio, que nunca ha llegado a octavos de final en un Grand Slam, comenzó el duelo en estado de gracia, ajustándose con precisión quirúrgica con varios golpes a los que Djokovic no tuvo respuesta.
Al prestar sus servicios en el primer partido, “Nole” mostró una versión muy moderada de su habitualmente devastador juego defensivo con un error inusual.
Ni el tenis ni el poder de Djokovic se parecieron a sus dos primeras salidas en Flushing Meadows, donde jugó sólo 11 partidos.
Después de perder su primer set del torneo, el serbio se maravilló de cómo su compatriota resistió sus ataques desde la línea de fondo.
– Habla frente al espejo –
Con visible fatiga en su rostro, Djokovic perdió su servicio en el séptimo juego y entregó el segundo set ante los aplausos de la mayoría de la multitud, emocionada de presenciar un milagro del tenis.
Djokovic se tomó un largo descanso en el vestuario y se automotiva frente al espejo para afrontar una remontada que ha logrado ocho veces en su carrera y una vez ante Roger Federer en las semifinales del US Open de 2011.
“Di una charla de ánimo en el espejo”, reveló. “Estaba muy emocionado y molesto por el resultado y el partido. Tuve que obligarme a levantarme”.
A la vuelta, sin margen de error, recibió la primera concesión de su compatriota.
Jere Lale falló una volea con la que hubiera empatado 1-1 y tras un intercambio épico de 26 tiros, concedió el ansiado descanso a Djokovic.
La acción supuso el punto de inflexión ansiado por Djokovic, que levantó los brazos para pedir apoyo al público.
El serbio iba recuperando tono y confianza mientras Jere, aunque seguía sumando puntos sorprendentes, sufría el esfuerzo acumulado.
Djokovic aguantó al comienzo del cuarto set para retomar el liderato y se apresuró a igualar el marcador con un rugido de furia.
En el quinto set, con mucha gente abandonando las gradas ante un posible resultado, Djokovic corrió hacia una ventaja de 5-2 y resistió pacientemente la última resistencia de Djerer.
Confirmando la victoria, hizo una celebración cómica y vitoreó a su compatriota en la red por su juego.
“Por el momento no me importa contra quién voy a jugar. Sólo quiero dormir y recuperar este cuerpo de 36 años”, gritó al salir del campo.
AFP