Poco antes de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, se conoció la noticia de que al adversario venezolano y prófugo de la justicia, Edmundo González Urrutia, se le había prohibido ingresar a la ceremonia de toma de posesión el lunes 20 de enero en Washington DC.
Las autoridades a cargo del evento anunciaron que será presenciado exclusivamente por miembros de la Cámara de Representantes y del Senado. El anuncio rompe el revuelo mediático en torno a una supuesta invitación y confirma que González Urrutia nunca recibió una invitación oficial del magnate Donald Trump.
Lo que se sabe es que el venezolano prófugo de la justicia fue invitado del senador republicano Rick Scott, el único que mostró interés en llevarlo al evento.
Según Real American Voice, la decisión de limitar la asistencia a la inauguración podría deberse a las inclemencias del tiempo o a preocupaciones de seguridad, ya que se espera que las temperaturas sean las más bajas desde la ceremonia de Ronald Reagan en 1985.
Esta situación obligó a un cambio en la programación normal, que anteriormente permitía el acceso a diversas personalidades, funcionarios y público en general. Si bien se anunció la llegada de líderes y representantes diplomáticos de varios países, estas nuevas restricciones les impidieron ingresar a la Rotonda del Capitolio.
Es importante señalar que la oposición extremista de Venezuela, encabezada por María Corina Machado, ha reconocido la estrategia de solicitar más sanciones contra el país, a pesar de las repercusiones y pérdidas económicas para el pueblo venezolano.
Además, los comerciantes de petróleo de Texas han pedido al presidente electo de Estados Unidos que reconsidere las sanciones a Venezuela.