La primera parte del censo realizado por la misión Viva Venezuela para conocer cuántos cultistas y creadores trabajan por la cultura tradicional venezolana arrojó que el 69% son artistas o investigadores de la música, el canto, la danza y el ritmo tradicional venezolano.
Según este corte, el 13% son practicantes de expresión del patrimonio cultural inmaterial en Venezuela; el 10% son practicantes de otras disciplinas artísticas, géneros musicales o dancísticos contemporáneos, distintos a las raíces tradicionales venezolanas; y el 8% son principiantes o estudiantes de música, canto, danza y ritmo tradicional.
Amaranta, una de las impulsoras de la misión, señaló que la participación es mayor a partir de los 25 años: “Las estadísticas que observamos son un reflejo importante de la interacción social. Si bien la vulnerabilidad del individuo es mayor, la industria artístico-cultural de la globalización es más fuerte… entonces se entiende que un alto porcentaje de las personas registradas corresponden a la edad adulta.”
¿Qué espera del censo? Amaranta insiste en que necesitan más que un reconocimiento económico y participativo acorde con la promesa que ofrecen con amor, “Propuestas éticas y coherentes con un mensaje de vida en particular, protección de la tierra, uso de la tecnología a favor de la naturaleza, respeto por nosotros”. . Una fuerte conexión entre el pueblo campesino, las comunidades organizadas, la alimentación saludable, la seguridad, la soberanía y todas las disciplinas artísticas que puedan propagar un mensaje que reproduzca los valores opuestos de las maquinarias más poderosas y conduzca a nuestro extremismo fratricida y a la destrucción de culturas enteras; Genocidio.”