El ayuno intermitente da paso a la “autofagia”. Un mecanismo importante para la renovación de las células y el retraso de su envejecimiento, beneficioso para el organismo. Se activa cuando una célula carece de nutrientes.
Su nombre significa “autocomerse” y proviene del griego. Sin embargo, también se sabe que la autofagia alterada puede causar enfermedades.
Este es un proceso natural donde Una célula descompone en sí misma los componentes más antiguos, disfuncionales, redundantes o dañados. Posteriormente, lo reutiliza como combustible para construir células o mantenerlas.
La autofagia es muy importante porque el material “basura” ocupa mucho espacio en una celda. Puede evitar que funcione normalmente. Asimismo, destruye patógenos causantes de enfermedades como virus y bacterias, informa Infobey.
El proceso de autofagia ocurre en el cuerpo cuando las células se dañan. Eso falla, cuando no se les dan los nutrientes para sobrevivir. Crea reacciones químicas complejas en el citoplasma, convirtiendo la “basura” en combustible y componentes celulares útiles.
Nutricionista explica lo que sucede durante el ayuno
Maria Cecilia Pons, licenciada en nutrición, explica: «Lo que pasa es que después de 14/16 horas de ayuno se hace evidente cierto proceso llamado autofagia, que es como un ‘reciclado’ celular donde la célula se limpia sola y puede volver a funcionar correctamente; Este es un proceso que sucede todo el tiempo en nuestro cuerpo, pero darle un descanso digestivo, es decir, darle espacio al cuerpo para que se desintoxice y se repare, es necesario para que funcione correctamente.“
Del mismo modo, destaca que cuando una persona no ingiere ningún alimento (ya sea proteína, glucosa, carbohidratos o grasa) “los niveles de insulina comienzan a disminuir, lo que de alguna manera favorece los procesos biológicos y metabólicos de desintoxicación y reparación celular”.
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“Al reducir los niveles de azúcar (porque no se está ingiriendo ningún alimento) se produce una mejor sensibilidad a la insulina, autofagia y regeneración celular a largo plazo, lo que previene el envejecimiento prematuro”, explica.
El experto enfatizó que después de esa hora “La oxidación de los ácidos grasos se vuelve evidente, lo que conduce a una mayor quema de grasa y puede ser un factor en la reducción del tejido adiposo en el cuerpo. Además, con el beneficio de este descanso digestivo, se produce una menor inflamación intestinal y favorece, pasadas 16 horas, La expresión de algunos genes relacionados con la longevidad que empiezan a expresarse con mayor precisión”.