Casi la mitad de las especies migratorias del mundo están en declive, según un nuevo informe de las Naciones Unidas publicado el lunes.
Muchas aves canoras, tortugas marinas, ballenas, tiburones y otros animales migratorios se trasladan a diferentes entornos con cambios de estación y están amenazados por la pérdida de hábitat, la caza y pesca ilegales, la contaminación y el cambio climático, informó AP News.
Según el informe, alrededor del 44% de las especies migratorias del mundo están experimentando una disminución de su población. Más de una quinta parte de las casi 1.200 especies estudiadas por las Naciones Unidas están en peligro de extinción.
“Estas son especies que orbitan alrededor del planeta. Se mueven para alimentarse y reproducirse, y en el camino necesitan lugares para descansar”, explicó Kelly Malsch, autora principal del informe publicado en la Conferencia de la ONU sobre Vida Silvestre en Samarcanda, Uzbekistán.
La pérdida de hábitat u otras amenazas en cualquier momento durante su viaje pueden provocar una disminución de la población.
El informe se basó en datos existentes, como los datos de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que registra si una especie está amenazada o no.
Los participantes en la conferencia de la ONU tenían previsto evaluar propuestas de medidas de conservación y decidir si incluir formalmente nuevas especies en la lista de especies en peligro de extinción.
“Un país por sí solo no puede salvar una especie”, afirmó Susan Lieberman, vicepresidenta de política internacional de la organización sin fines de lucro Wildlife Conservation Society.
Se espera que ocho gobiernos sudamericanos propongan en la cumbre agregar dos especies en peligro de extinción de bagre amazónico a la lista de especies migratorias de preocupación de la ONU, añadió.
La cuenca del río Amazonas es el sistema de agua dulce más grande del mundo. “Si el Amazonas está intacto, el bagre prosperará, se trata de proteger el hábitat”, dijo Lieberman.
En 2022, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad en Montreal, Canadá, los gobiernos se comprometieron a proteger el 30% de la tierra y el agua para su conservación.