con una espátula
El Consejo de Seguridad de la ONU debate este viernes con carácter “urgente” la disputa entre Venezuela y Guyana por el Esquibo, un territorio rico en petróleo que se disputa desde hace más de un siglo y que preocupa a la comunidad internacional.
La reunión fue convocada a petición de Guyana, que alegó que las últimas acciones tomadas por Caracas en el Esequibo “amenazan la paz y la seguridad internacionales”, responsabilidad del organismo de la ONU.
La reunión a puertas cerradas fue convocada para las 20:00 GMT.
Tanto Caracas como Georgetown se acusan mutuamente de “incitar” al conflicto.
Las tensiones aumentaron después de que Venezuela celebrara un referéndum consultivo el 3 de diciembre para crear una provincia venezolana en Esequibo, una región que representa dos tercios de Guyana y que otorga la nacionalidad venezolana a los 125.000 residentes del área en disputa.
Sin embargo, la polémica se ha ido agravando desde 2015, cuando el gigante estadounidense ExxonMobil descubrió enormes reservas de petróleo en la zona. Después de las conversaciones, Nicolás Maduro anunció planes para otorgar licencias de extracción de petróleo crudo en las aguas en disputa.
“Guyana y ExxonMobil deben sentarse cara a cara con nosotros más temprano que tarde”, comenzó este viernes el portavoz chavista durante un acto frente al Palacio de Miraflores, donde mostró un mapa de Venezuela que incluía a Esequibo como territorio de gobierno. Y no como ámbito de reivindicación, como suele representarse.
Regiones en vilo
Venezuela sostiene que Esquibo es parte de su territorio, como en 1777, cuando era colonia de España. Apeló a los Convenios de Ginebra, firmados en 1966 antes de la independencia de Guyana del Reino Unido, que sentaron las bases para un acuerdo negociado y anularon el laudo de 1899.
Guyana defiende el laudo y pide que sea ratificado por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), cuya competencia desconoce Caracas.
“Guyana internacionalizó el conflicto en el momento en que comenzó a movilizar y atraer capital extranjero a través de la presencia de compañías petroleras internacionales”, dijo a la AFP Josmar Fernández, experto en resolución de disputas y delimitación territorial marítima.
Estados Unidos anunció el miércoles ejercicios militares en Guyana, una “desafortunada provocación” según el general chavista Vladimir Padrino.
Venezuela ya acusó al presidente de Guyana, Irfan Ali, al que llama “esclavo” de Exxon, de haber dado “luz verde” a Estados Unidos para establecer bases en su territorio.
Rusia, principal aliado de Maduro, pidió por su parte un “espíritu de buena vecindad” para resolver el conflicto de forma pacífica, al igual que lo hizo la cumbre del Mercosur en Río de Janeiro.
“Lo que no queremos es una guerra en América del Sur, no necesitamos un conflicto”, dijo el presidente Lula da Silva, quien sin embargo incrementó su presencia militar en la frontera con Guyana y Venezuela esta semana.
También propuso la mediación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en la disputa.
Por primera vez entre ambos países, los diplomáticos venezolano, Ivan Gill, y guyanés, Hugh Todd, acordaron el miércoles mantener abiertos los “canales de comunicación”.
“globo de prueba”
Los analistas dicen que el referéndum y el aumento de la retórica nacionalista son un intento de distraer la atención de los llamados a elecciones libres en Venezuela el próximo año.
“Fue como una especie de globo de prueba antes de las elecciones presidenciales” para “medir la capacidad de movilización e intentar afinar su estrategia para 2024”, afirmó Mariano de Alba, asesor del International Crisis Group.
De hecho, el chavismo acusó a varios líderes de la oposición de traición por hablar en contra del referéndum. Los fiscales anunciaron el arresto de un estadounidense y un rival acusados de “conspirar” con ExxonMobil en la disputa.
Otras 14 órdenes de detención se han dictado contra otros dirigentes, la mayoría de los cuales se encuentran fuera del país.
Con información de AFP