John Álvarez estuvo vinculado al mismo caso en el que seis sindicalistas fueron condenados a 16 años de prisión y salió de prisión el 20 de diciembre. Luego de su arresto y tortura, la movilidad de su pierna izquierda quedó comprometida, perdió la visión del ojo izquierdo y tuvo problemas renales.
John Álvarez, estudiante de antropología de la Universidad Central de Venezuela, fue liberado este sábado 23 de diciembre, luego de 115 días detenido. Fue detenido el 30 de agosto por agentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), quienes lo mantuvieron en desaparición forzada durante al menos 24 horas.
El rector de la universidad estuvo presente en la liberación de Álvarez. UCVVíctor Rago, Decano de la Facultad de Derecho y Ciencia Política, Juan Carlos Apitz, Fiscal del Ministerio Público y algunos dirigentes estudiantiles.
Al salir del Centro de Detención y Seguridad de la PNB en La Jaguar, John Álvarez dijo que “lo más importante en este momento es luchar por la libertad de las personas que están adentro” y someterse a controles sanitarios.
El estudiante agradeció a las autoridades universitarias, compañeros, organismos nacionales e internacionales que están atentos a la situación de los presos políticos.
Juan está con su familia. pic.twitter.com/7vnduJdg2d
— Víctor Rago Albujas (@VictorRago_UCV) 23 de diciembre de 2023
Álvarez fue procesado el 4 de septiembre en el Juzgado 13, que se dedica a casos relacionados con terrorismo, conspiración y organizaciones criminales. John Álvarez estuvo vinculado al mismo caso en el que seis sindicalistas fueron condenados a 16 años de prisión y salió de prisión el 20 de diciembre.
Estos 16 sindicalistas fueron arrestados el año pasado en medio de una ola de protestas registradas para exigir salarios más altos y mejores condiciones laborales para el sector público. Instructivo emitido por la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre).
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Tras la detención de John Álvarez, según informes, lo torturaron con descargas eléctricas en las rodillas, las costillas y los testículos y lo amenazaron con un rifle para que grabara un vídeo en el que confesaba su supuesta relación con dirigentes sindicales. Lo golpearon con un bate. Después de envolver “se cubre una cama con una funda de colchón para que no deje huellas”.
Producto de las torturas, la movilidad de la pierna izquierda del estudiante Álvarez quedó comprometida con una lesión desde la cadera hasta la rodilla, perdió la visión en el ojo izquierdo y tiene problemas renales.
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