con una espátula
Una semana después del secuestro del ex teniente coronel venezolano Ronald Ojeda Moreno (32), identificado como detective de la Policía de Investigaciones (PDI), por cuatro hombres armados en su domicilio de Santiago la madrugada del miércoles 21 de este mes. Son más las dudas que las certezas las que aquejan a la policía y al gobierno de Gabriel Boric.
Mauricio Palacio
Hasta la fecha se desconoce si el exmilitar se encuentra vivo, si fue ejecutado o si fue trasladado a Venezuela. Y aunque el gobierno dice que todas las especulaciones siguen abiertas, lo cierto es que son tres las teorías que maneja el fiscal regional sur a cargo de la investigación, Héctor Barros: un posible operativo de la temida Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) Venezuela, un autosecuestro o un ajuste de cuentas del crimen organizado, tal vez el tren Aragua.
La única certeza hasta el momento es el profesionalismo con el que Ojeda Moreno fue secuestrado, al más puro estilo de la Guerra Fría, extracción limpia, dejando claro que había un completo plan por parte de los criminales.
Coincide con el exdirector de Inteligencia del Ejército, general (R) Guillermo Paiva, quien advirtió en entrevista exclusiva con el diario La Tercera que “No fue al azar ni lo hicieron personas sin experiencia. “Fue calculado”.
-¿Qué crees que tiene de especial este caso?
Al observar las imágenes se puede identificar que quienes realizaron este trabajo pertenecen a una unidad especial, porque visten y se mueven de cierta manera. Llevaban una especie de pantalón, llevaban arietes para abrir puertas, botas de cierto color, todo parecía calculado. El secuestro del teniente (retirado) Ojeda se llevó a cabo con alto nivel de preparación por parte de una unidad especial.
-¿Qué tipo de preparación?
En concreto, con conocimiento de cómo se llevan a cabo este tipo de secuestros, que no son habituales. Es diferente. Por ejemplo, la hora y el lugar en que lo ejecutan: cuando salen del ascensor giran inmediatamente con confianza, no dudan, está claro que hubo una investigación previa. También sabían que la víctima estaría allí. No fue un golpe fallido.
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