El expresidente peruano Alberto Fujimori salió este miércoles de prisión, donde cumple una condena de 25 años por matar a 25 civiles durante su gobierno, tras un polémico fallo del Tribunal Constitucional.
Horas antes, la Corte Suprema ordenó su liberación inmediata pese a que la Corte Interamericana de Derechos Humanos pidió al Estado peruano no implementar esa disposición constitucional hasta que el organismo internacional haya analizado si cuenta con todos los elementos necesarios para un juicio. Condiciones
AP News señaló que un error de procesamiento que se corrigió durante el día retrasó la publicación requerida el martes hasta un día después.
Esta es la segunda vez que Fujimori, de 85 años, es liberado.
La primera fue la noche de Navidad de 2017 cuando el expresidente ingresó en una clínica debido a una bajada de su presión arterial y recibió un indulto humanitario del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), quien necesitaba el apoyo de un gobierno débil. . Una parte de la bancada fujimorista.
La amnistía fue anulada por el Tribunal Supremo en 2018, al considerarla “incompatible con las obligaciones internacionales”. Fujimori volvió a prisión en 2019.
Para la ocasión, Fujimori -que gobernó entre 1990 y 2000- viajó en un automóvil junto a su hija mayor Keiko Fujimori, líder del derechista Partido Fuerza Popular, y su hijo menor, el excongresista Kenji Fujimori.
El presidente de la Corte Interamericana, Ricardo Pérez Manrique, emitió una resolución rechazando la orden de libertad antes de su ejecución, al considerar que era una “garantía del derecho a la justicia” de los 25 peruanos asesinados en dos masacres durante el fujimorismo. gobierno
El expresidente fue condenado en 2009 como autor directo de dos masacres perpetradas por un escuadrón militar que luchaba contra el grupo terrorista Sendero Luminoso. El primer incidente ocurrió en 1991 en Lima, en un barrio pobre llamado Barrios Altos, donde soldados encapuchados entraron a una fiesta y saquearon a 15 residentes, entre ellos un niño de ocho años.
La segunda masacre fue en 1992 cuando los mismos militares secuestraron y asesinaron a nueve estudiantes universitarios y a un profesor de la Universidad Enrique Guzmán y Valle. Peritos forenses indicaron que los jóvenes fueron torturados, baleados en la nuca, sus cuerpos quemados y escondidos en fosas comunes.
Según el fallo, el grupo militar secreto operaba bajo la fachada de un estudio de arquitectura y era financiado por la dirección de Fujimori.
Ni la presidenta Dina Boluarte ni sus ministros han hablado públicamente sobre su liberación, pero el jefe de la agencia penitenciaria, Javier Luck, dijo a la radio local RPP que Fujimori no fue liberado el martes debido a un error de procesamiento en el Tribunal Constitucional. Se corregirá al día siguiente.
En septiembre, Baluarte dijo ante la Asamblea General de la ONU que Perú es un país que “respeta el derecho internacional”.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, dijo que las graves violaciones de los derechos humanos en las redes sociales deben estar en consonancia con el derecho internacional.
Gisela Ortiz, hermana de uno de los presos de Fujimori, dijo a The Associated Press: “Vivimos en un orfanato porque no tenemos instituciones para defendernos”. “Perú retrata un país donde los derechos de las víctimas no están garantizados y donde las cuestiones de derechos humanos no se toman en serio”, añadió.
Ortiz indicó que no le sorprende el silencio del presidente Boluirt, pero recordó que en 2022 cuando fue vicepresidente y ministro de Inclusión en el gobierno del entonces presidente Pedro Castillo (2021-2022) “expresó su solidaridad con los familiares y su enfado por su perdón”.
La amnistía de Fujimori fue revocada por el poder judicial en 2022 luego de que un fallo contra la Corte Interamericana encontrara graves irregularidades, y desde entonces el proceso ha tenido alcance judicial y proceso para hacerla cumplir efectivamente.