El exvicepresidente de Ecuador Jorge Glass fue trasladado desde la prisión de La Roca a un hospital militar el lunes 8 de abril. Según reportes de medios de Ecuador, el dirigente político consumió varias drogas que al parecer le provocaron una sobredosis.
Un informe policial en el local de los medios ecuatorianos decía: “Se diagnosticó coma profundo autoinducido por la ingesta de ansiolíticos, antidepresivos y sedantes.
Desde el ataque a la embajada de México en Ecuador, Glass permanece en la prisión de La Roca, en Guayaquil, donde se refugiaba el político. Imágenes de policías en los bares de la embajada de México y del jefe de esa misión, Roberto Canseco, luchando contra agentes uniformados circularon por todo el mundo durante el fin de semana.
Sin embargo, la tarde de hoy lunes, las autoridades policiales dijeron que el dirigente político sufrió una sobredosis. Información publicada por medios ecuatorianos señala que la droga ingresó a las cárceles con autorización.
Desde la prisión, Glass fue trasladado a un hospital militar para ser evaluado por un especialista en neurología, medicina interna y corazón. Según trascendió, el político se encuentra en condición “estable” en el Hospital Naval de Guayaquil.
“Lo pueden matar”
Antes de que se conociera el episodio, su abogada, Sonia Vera, dijo a la AFP que el exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glass, había sido “secuestrado” en un ataque armado a la embajada de México en Quito, pero todavía disfrutaba del estatuto de asilo.
El viernes por la noche, uniformados de Ecuador irrumpieron en la embajada de México, donde Glass se encuentra asilado desde diciembre del año pasado.
El equipo legal espera que “se restablezca el estatus de asilo diplomático de Glass. Él sigue en esta situación porque fue secuestrado por el gobierno ecuatoriano”, dijo Vera.
El ex vicepresidente fue sacado a rastras de la legación diplomática y arrestado por cargos de corrupción, cargos que él niega con vehemencia.