El ciudadano brasileño Fernando Sabag Montiel, principal imputado en el fallido atentado contra la expresidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015), admitió este miércoles que quería matarla -como dijo durante su declaración al inicio de la investigación. Juicio verbal – por ser “una persona corrupta”.
Sabag Montiel, de 37 años, apretó el gatillo “una vez” frente al rostro del expresidente la noche del 1 de septiembre de 2022, hecho que provocó gran tensión política y social y unió a grandes sectores del país contra el discurso de odio y la violencia política.
“Basé mi trabajo en que lo hice porque es un ladrón”, dijo Montiel, quien agregó que su pareja, Brenda Uliarte, está acusada como coautora, y Nicolás Carrizo, está acusado como coautor y necesario, los participantes se declararon culpables porque supuestamente estaban “financiados”.
Sabag Montiel citó supuestas especulaciones de que el intento de asesinato fue financiado por un tercero, aunque la Fiscalía Federal N° 2, a cargo del fiscal Carlos Alberto Rivolo, indicó que no se podían vincular acusaciones de movimientos de extrema derecha con el crimen. La centroderecha argentina está probada.
El imputado dijo a los jueces del Tribunal Oral Penal Federal N°6 de Buenos Aires que habría “desestabilización” y “una guerra civil” si lograba su objetivo.
La pistola modelo Bursa Thunder, que utilizó Montiel, no salió de la recámara del proyectil calibre .22 porque el arma no estaba amartillada, según las pruebas.
El imputado indicó que no volvió a intentarlo porque fue detenido por seguidores de Fernández, en referencia al grupo de seguidores que hacía guardia frente a su residencia durante varios días para mostrarle su apoyo en ese momento.
“No volví a cargar el arma porque me interrumpieron. No hubo ningún momento de salida o escape de mi plan. “Estaba a treinta centímetros de él”, añadió.
Según la investigación judicial, tanto Montiel, Uliarte como Carrizo vendieron algodón de azúcar con la intención de familiarizar a Fernández con la ubicación, movimientos y custodia del entonces vicepresidente (2019-2023) por el departamento.
Sin embargo, Sabag Montiel admitió que él planificó y organizó el ataque y que el papel de Ulliarte era sólo de “cómplice” y que sólo tenía una “relación de trabajo” con Carrizo.
En el móvil de este último se encontraron conversaciones vinculadas al ataque en las que el acusado hablaba de su 'modus operandi', que Montiel consideró “inventado”: “Nunca le dije a Carrizo lo que iba a hacer para protegerme”.
Durante las preguntas finales de la audiencia, el abogado de la demandante, José Manuel Uberia, que representa a Cristina Fernández, le preguntó si sentía remordimiento, a lo que Montiel respondió: “Hubiera sentido más remordimiento si hubiera pasado, tal vez”.
El juicio continuará el próximo miércoles con Uliarte y Carrizo interrogando a los primeros testigos del caso.