Las petroleras argentinas citaron “niveles extraordinarios de demanda, especialmente en los últimos 15 días” como la razón del déficit. El ministro de Economía y candidato presidencial peronista, Sergio Massa, quien exigió a las empresas acelerar la distribución, anunció este lunes que la situación tiende a normalizarse.
Texto: RFI/AFP
Largas filas de autos para cargar combustible y gasolineras con carteles de “agotado” se han convertido en parte del paisaje en Argentina desde hace varios días, mientras el gobierno presiona a las petroleras para acelerar el suministro y los productores agrícolas advierten sobre protestas a tres semanas de las elecciones presidenciales. . .
Un comunicado conjunto de las principales petroleras afirmó que el déficit se debía a las paradas programadas en dos refinerías, a los picos de consumo estacionales y a una mayor demanda del yacimiento, que preveía una normalización del suministro “en los próximos días”.
El ministro de Economía y candidato presidencial peronista, Sergio Massa, quien exigió a las empresas acelerar la distribución, anunció este lunes que la situación tiende a normalizarse.
“La oferta claramente ha aumentado. El combustible que no estaba ayer (domingo) por la tarde ha empezado a aparecer mágicamente y las petroleras saben que lo pueden solucionar hasta las 12 de la noche de mañana”, dijo Massa a la prensa, luego de advertir empresas que evitarían la escasez. Si continuaran exportando.
Las principales compañías petroleras señalaron posteriormente que se había acelerado la descarga de barcos con combustible importado y “enviaron un mensaje de calma y confianza a los consumidores a medida que la situación se normaliza”, según un comunicado.
Las compañías petroleras citaron las razones del déficit como “niveles extraordinarios de demanda, especialmente durante el fin de semana largo de los últimos 15 días, elecciones en las que el movimiento humano alcanza su punto máximo, el inicio de la siembra agrícola y una mayor dependencia de las importaciones”. Debido a los cierres programados en algunas refinerías, el combustible y las expectativas de escasez crearon una demanda adicional.
El Ministerio de Energía anunció la importación de un equivalente a 10 camiones cisterna para superar el cuello de botella.
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Especulación y elecciones en Argentina
El gobierno atribuyó la falta de especulación empresarial al resultado de las elecciones presidenciales, que se decidirán el 19 de noviembre en una segunda vuelta entre Massa y el altliberal Javier Milli.
“Hubo gente que supuso que iba a haber una devaluación (de la primera vuelta) en función de los resultados electorales, entonces ahí ahorraron combustible”, dijo Massa.
En la primera vuelta presidencial el 22 de octubre, Masa recibió alrededor del 37% de los votos, seguida por Miley con el 30%.
Miley promovió la dolarización de la economía, la abolición del banco central y una fuerte reducción del gasto público como remedio a una inflación anual del 140%.
“La falta de gasolina es una postal del futuro que nos va a traer Masa como presidente”, dijo Miley en una entrevista en el canal La Nación+.
En Argentina, los precios de los combustibles están regulados por un acuerdo con las principales petroleras, con ajustes periódicos. Un litro de gasolina premium cuesta alrededor de 1 dólar (365 pesos) al tipo de cambio oficial. El contrato deberá renovarse esta semana.
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Nerviosismo del consumidor
Los problemas de suministro comenzaron hace semanas en varias ciudades del interior del país, y se agravaron el fin de semana en la ciudad de Buenos Aires, donde las filas de autos en las gasolineras agotaron la disponibilidad en apenas unas horas y desataron el nerviosismo de los consumidores.
“Llenan los tanques y cargan bidones, botellas, lo que sea con gasolina”, dijo a la AFP un despachador de una gasolinera de la estatal YPF en el barrio de Caballito.
Los empresarios agrícolas expresaron este lunes su preocupación por la situación, que complica la siembra de maíz y soja y la cosecha de trigo en el país, entre los principales productores de alimentos.
“Antes de quedarnos junto a los tractores hasta que lleguen los barcos importados, salgamos a la calle para expresar nuestro enfado”, afirma un comunicado firmado por varias asociaciones de productores.
En este clima de preocupación, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cayó un 9,74%
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