Tras considerar que la Unión Europea (UE) reveló este lunes nuevas medidas “nocivas y humillantes” contra funcionarios venezolanos, el gobierno de Nicolás Maduro indicó que el bloque europeo con él es “incompetente para participar en los procesos políticos de Venezuela”. ””, como observar las próximas elecciones presidenciales.
El Gobierno chavista consideró este 13 de noviembre que la UE había continuado con una política intervencionista al aprobar la prórroga hasta mayo de 2024 de las sanciones contra 54 altos cargos, así como un embargo de armas y material para la represión interna.
Estas medidas incluyen, individualmente, la prohibición de viajar a la Unión Europea a los afectados y la congelación de sus activos, pero no afectan a empresas estatales ni a activos generales de los países caribeños.
En un comunicado, el Ejecutivo chavista rechazó la “decisión arrogante e ilegal de la UE”, que “los inhabilita para participar en los procesos políticos de Venezuela, porque viola los principios sagrados de la Constitución y viola las normas recogidas en la Carta de las Naciones Unidas”.
“Con esta decisión, la UE refleja una vez más ante la comunidad internacional, la continuación de su política intervencionista en los asuntos internos de Venezuela, aplicando medidas humillantes, nocivas e injustas que, en este caso, buscan castigar a los ciudadanos venezolanos que las ejercen. Actuar dentro del marco de la ley”, se lee en la carta.
Según la opinión de Caracas, estas restricciones “afectan la posibilidad de un diálogo constructivo y respetuoso entre los Estados”, por lo que insta a los Setenta a “evitar prácticas coloniales” y en su lugar, “crear un espacio positivo de cooperación” en común. retos y retos”.
Tras saludar como un “paso positivo y necesario” el acuerdo entre el chavismo y la oposición para celebrar elecciones presidenciales en el segundo semestre de 2024, el bloque comunitario prorrogó “excepcionalmente” sus sanciones por seis meses en lugar de un año.
La UE reiteró que está dispuesta a “tomar medidas” y considerar la “flexibilidad o retirada” de estos mecanismos “en función de la evolución de la situación y de la aplicación de este acuerdo político”.
Estas medidas afectan, entre otros, a la vicepresidenta de Venezuela, Delsey Rodríguez, quien compareció hoy lunes en La Haya, Suiza, para una citación por el caso Esequibo.
Estas sanciones, vigentes desde noviembre de 2017, fueron impuestas en respuesta al “continuo deterioro de la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos en Venezuela”, recordó el Consejo, con el objetivo de “ayudar a promover una solución democrática compartida” que “mantiene la estabilidad política del país y de su población. Permite satisfacer necesidades apremiantes.”