Organizaciones sociales de Argentina bloquearon los principales accesos a la ciudad de Buenos Aires en una nueva jornada de protestas contra el gobierno de Javier Millei, en una mega movilización que recorre todo el país y que en marzo alcanzó 100 de los 18 días de gobierno. .
Los manifestantes denunciaron el impacto negativo de sus políticas sociales y exigieron la reapertura de los comedores sociales, que miles de personas de bajos ingresos visitan al menos una vez al día, adoptando así la política de “el hambre no espera”.
Rechazaron los severos recortes en los programas sociales y su impacto en los más pobres y jubilados, incluso en medio de la crisis económica más severa, que ha acelerado el crecimiento de la pobreza.
La protesta fue convocada por grupos de izquierda y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), cuyos dirigentes advirtieron sobre el uso de la fuerza por parte de la policía en las protestas, tras la advertencia del gobierno de fortalecer la represión de las protestas sociales.
En las redes sociales publicaron videos que muestran la represión de la marcha en el Puente Puerredón, una de las principales vías de acceso a Buenos Aires, donde se enfrentaron manifestantes y policías.
Más temprano también hubo un enfrentamiento entre ambos bandos en el Puente Saavedra. Los enfrentamientos comenzaron cuando un camión hidrante de la policía se dirigió hacia militantes de movimientos sociales que se encontraban apostados pacíficamente en el límite entre la provincia de Buenos Aires y la ciudad autónoma de Buenos Aires, destaca RT.
Los economistas afirman que las políticas contractivas del gobierno de Miley, sumadas a la inflación ya existente, han creado una mayor demanda de pesos (la moneda local) para cubrir el alto costo de vida, afectando la capacidad de la población económicamente activa. Fundas básicas para cestas. Esta situación ha reducido la capacidad de ahorro de la población en edad de trabajar, incluso cuando liquidan sus ahorros en dólares, contribuyendo así a una mayor oferta de divisas. El alto costo de vida y la contracción financiera también provocaron una caída en el consumo a medida que la recesión se profundizaba.
medidas estrictas
La realidad económica argentina refleja el aparente primer orden de las cuentas públicas, producto de serias medidas como: la eliminación de obras públicas, la reducción de subsidios a la energía y al transporte, la supresión de ciertas instituciones estatales y el aumento de varios impuestos (exportaciones, importaciones y compras de moneda extranjera) hacia el cobro.
Para el economista argentino Martín Epstein, los primeros resultados fiscales anunciados por el gobierno realmente responden al espaciamiento deliberado de algunas partidas presupuestarias ante la inflación, lo que automáticamente reduce el gasto público. “Paralelamente a este retraso, las tarifas han aumentado, principalmente debido a la eliminación de subsidios, que también afectan a los sectores más vulnerables, con lo que, tanto por el lado de los ingresos como por el gasto, “su política fiscal”. El gobierno está afectando negativamente a los sectores más vulnerables”, consideró. Epstein dijo a la agencia Xinhua: “Es difícil imaginar un proceso de crecimiento, al menos para el resto de este año”.
“Creo que nos dirigimos hacia una recesión bastante más profunda y grave, y la política económica del gobierno no hace nada para detenerla”, añadió el economista. En tanto, el experto en mercados, el economista Gustavo Nefa, dijo en cambio que el gasto social fue “el único componente del gasto que aumentó” y que “la pobreza subió al 57 por ciento”.
Renegociar con el FMI
Mientras tanto, el experto en mercados Gustavo Nefa, quien también es economista, cree que “Miley puede querer renegociar el préstamo con el FMI, porque sabe que en uno o dos años más pesará mucho, ya que el peso del préstamo en dólares aumentará”. aumentar. .” aumentar.”
El avance del plan económico liberal de Mile, que podría volverse más serio en el futuro, dependerá también de anclajes políticos, como propuestas como la dolarización o la reducción del gasto público al 25 por ciento del PIB. Dependerá del apoyo político que pueda obtener en el Congreso y del apoyo a su llamado a un “nuevo acuerdo fundacional” para implementar reformas estructurales.