La madrugada de este domingo 14 de enero los religiosos fueron exiliados al Vaticano. Hay más de 100 presos de conciencia en la prisión
El gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo desterró al Vaticano al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez, la madrugada de este domingo 14 de enero, con 26 años de prisión y más de un año como presos políticos, junto a otros 17 religiosos. Los que estuvieron encarcelados entre las vacaciones de Navidad y Año Nuevo en diciembre de 2023.
La información, confidencial y publicada en otros medios nicaragüenses, indica que entre los otros exiliados se encuentran un obispo, 13 sacerdotes y tres seminaristas. Hasta el momento no ha habido ningún comunicado oficial del gobierno de Ortega ni del Vaticano. El medio confidencial señaló que recibió confirmación de fuentes vinculadas a la Iglesia católica en el exilio.
Hay más de 100 presos de conciencia en prisiones gubernamentales en Nicaragua.
Rolando Álvarez, condenado a 26 años
Monseñor Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, ha sido una de las voces pastorales y proféticas más escuchadas dentro y fuera de Nicaragua en los últimos años.
La policía detiene a Monseñor Álvarez y a un grupo de sacerdotes en el Palacio Episcopal de Matagalpa el 4 de agosto de 2022. Quince días después lo trasladaron de Matagalpa a Managua bajo prisión de facto.
El 9 de febrero de 2023 fue retirado del arresto domiciliario y trasladado a la celda de máxima seguridad del penal La Modelo, conocida como El Infierno, tras negarse a aceptar una orden de deportación a Estados Unidos impuesta por el gobierno a 222 presos políticos. . Al día siguiente, la jueza Nadia Tardencilla Rodríguez del Juzgado Segundo de Distrito de Managua lo condenó a 26 años y cuatro meses de prisión, en un proceso considerado un “hecho delictivo” por los peritos.
El segundo intento del régimen de deportar a monseñor Álvarez se produjo en la primera semana de julio de 2023, durante la cual establecieron “contacto” con el Vaticano. Pero el obispo no aceptó las condiciones impuestas para su exilio y fue devuelto a su celda de “El Infiernillo” la mañana del miércoles 5 de julio.
Los 13 sacerdotes enviados al Vaticano pertenecen a la Arquidiócesis de Managua, Masaya y Carajo, encabezada por el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes.
Más de 200 religiosos y religiosas fueron perseguidos, exiliados o encarcelados
Desde 2018 hasta enero de 2024, el gobierno de Ortega deportó, expulsó o negó la entrada a Nicaragua a 203 religiosos y religiosas. Más del 80% de estos ataques se registraron en 2023, cuando Ortega intensificó sus ataques contra la Iglesia católica.
“Este fue el año más sanguinario -2023-. No porque lo haya dicho yo, pero las estadísticas lo demuestran: 307 atentados en 2023, más 3.600 marchas prohibidas y 237 prohibidas en cementerios. Secuestros, asedios, vigilancia permanente”, dijo la investigadora e investigadora Nicaragua: ¿Una iglesia perseguida?, Martha Patricia Molina a confidencial.
El 9 de febrero de 2023, el régimen de Ortega incluyó a ocho religiosos en un grupo de 222 expresos de conciencia deportados a Estados Unidos. A su arresto se sumaron doce sacerdotes y posteriormente un total de 20 fueron desterrados al Vaticano. Otros 43, entre ellos sacerdotes, seminaristas y diáconos, se vieron obligados a exiliarse debido a la persecución y vigilancia en su París.
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