con una espátula
El portero camerunés Carlos Kameni, ahora a la espera de una oferta tras jugar en equipos como el Espanyol o el Málaga, afirmó este viernes en la ciudad andaluza que, a sus 39 años, se niega a “colgar los guantes”.
“Físicamente estoy mejor y entreno mejor que cuando jugaba”, afirmó el jugador afincado en Málaga, porque “ahora sé cómo entrenan y cómo debo trabajar y por eso no me quiero retirar”, afirmó. Prensa Deportiva de Málaga, así lo afirmó durante su participación en una conferencia sobre racismo denominada ‘El deporte no tiene color’ dentro del programa ‘El deporte va por el barrio’ organizado por la asociación.
“Me siento fuerte física y mentalmente por disfrutar de mi pasión. Quiero seguir adelante y recordarles a los pequeños que si yo vengo, ellos pueden venir. Espero que me vean en el campo en los próximos días. Hace unos minutos dejé caer una oferta”, admitió.
Jamenei puede dar su opinión sobre el apartheid porque lo vivió. “Cuando hablamos con sencillez y calma, nos entendemos y nos escuchamos. El que grita no tiene razón. “Hay que saber expresarse con calma”, afirmó.
“La base para mí es la educación, porque los padres tienen responsabilidades y no me importa lo que pase en el campo, allí no me quejo, porque disfruto del juego. El que está en la tribuna no cuenta, perdió su tiempo y su dinero, no me afecta porque es mala imagen para el equipo local, el país, pero no me afecta, me afecta. En el camino, día tras día. “Es lo suficientemente fuerte”, enfatizó.
Jamenei no cree que la solución para erradicar el apartheid sea detener un partido. “Hay que enseñar e ir a la escuela. Si lo dejas escapar delante de tu papá o tu mamá, no lo volverás a hacer. Estoy hablando de la base”, enfatizó.
El portero contó una anécdota que le pasó en un partido mientras calentaba. “Mi misión es ayudar a los niños. Detuve mi calentamiento y le pregunté ¿qué te he hecho? Dame una razón para este insulto. “Terminé mi calentamiento y le di la camiseta al niño”, dijo.
“Si queremos luchar contra la violencia, la manera es trabajar, hablar e ir a esas escuelas, a las zonas marginadas, porque siempre hay algo que ayudar. Por eso los padres deben estar presentes en estas discusiones y debemos invitarlos. No hay nadie más importante en tu vida que tu padre. Nadie va a luchar por ti como él”, concluyó.
Caracas Al Dia