Franz Beckenbauer ha fallecido a los 78 años, dejando tras de sí un enorme dolor en el mundo del fútbol, el partido en el que tanto ganó como polivalente del Bayern de Múnich y de la selección alemana, además de saber saborear la miel. . Éxito como entrenador al llevar a su equipo al título del Mundial de 1990, como lo hizo como futbolista en 1974.
Tras su muerte el pasado 7 de enero, comenzaron a surgir algunas de las historias de la vida privada de Kaiser relacionadas con asuntos familiares y emocionales.
Según la periodista de la revista alemana Bunte Vanessa Peschla, la leyenda del fútbol tenía un “lado oscuro”.
Medios de ese país confirmaron que su relación fuera del campo era una especie de secreto a voces y derivó en un divorcio y matrimonio con hijos, según informó el diario Bild.
El primer gran amor de Beckenbauer fue Brigitte Wittmann, con quien se casó en 1966, a la edad de 21 años. Se conocieron cuando ella trabajaba como secretaria en la Federación Alemana de Fútbol (DFB) y cuentan que la estrella del fútbol le llevaba una barra todos los días. Según una biografía alemana titulada “El hombre del emperador: una figura brillante con un lado oscuro” de Florian Kienast, lo colmó de chocolate y lo invitó a un romántico paseo por el río Isar.
Brigitte, que demostró su amor por Franz adoptando un hijo (Thomas) de una colega (Ingrid Groenke) a los 18 años, se separó de su primer marido para casarse con un futbolista. La boda se celebró en secreto a altas horas de la noche a orillas del lago Worth, rodeada por su círculo íntimo y los novios llegando en coches separados.
Antes de casarse con Wittman, Beckenbauer tuvo un hijo, Thomas, con su novia de la infancia, Ingrid Gronk, que nació en 1963.
Más tarde, Brigitte Beckenbauer adoptó a Thomas, el hijo de Franz de su relación anterior”, explicó la situación el periódico Kolner Stadt-Anzeiger.
Más detalles en INFOBAE