con una espátula
La Corte Constitucional de Perú ordenó el martes la liberación, por razones humanitarias, del anciano expresidente Alberto Fujimori, que cumple una condena de 25 años en una prisión especial de Lima por crímenes de lesa humanidad.
Fujimori, de 85 años, padece cáncer de lengua, fibrilación auricular, hipertensión arterial, entre otros padecimientos. Es probable que su liberación se haga efectiva este miércoles, dijeron fuentes de su defensa y del Instituto Nacional Penitenciario.
En sentencia apelable, los jueces restituyeron el indulto concedido al expresidente en 2017.
El entonces gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) concedió a Fujimori un indulto por razones humanitarias, pero el poder judicial peruano lo revocó en respuesta a una solicitud de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IAC). Víctimas de expresidentes que gobernaron con mano de hierro entre los años 1990 y 2000.
El Tribunal Constitucional justificó su decisión en un auto citando la “quebrantada” salud de Fujimori. Al mismo tiempo, insistió en que el expresidente había “cumplido casi dos tercios de su condena”, lo que le convierte en beneficiario del indulto.
La semana pasada, el mismo tribunal ya había ordenado la libertad de Fujimori, pero el juez Vicente Fernández se declaró elegible para salir de prisión, por lo que el caso volvió a la Corte Constitucional, que se pronunció este martes y dio el veredicto final.
Desde 2009, Fujimori cumple condena por crímenes de lesa humanidad en la prisión de Barbadillo, una pequeña prisión para expresidentes al este de Lima, acusado de matar a 25 personas en dos masacres perpetradas por un escuadrón del ejército en 1991-1992. Presunta guerrilla de Sendero Luminoso.
Casi 25 años después de que dejó el poder, su imagen aún divide al país.
Leal y feliz
Un grupo de simpatizantes de Fujimori llegó al penal vistiendo camisetas blancas estampadas con la frase “Libertad Fujimori”. Las fuerzas públicas han redoblado la vigilancia fuera de la prisión, según imágenes de la televisión privada.
“El presidente está muy satisfecho, aceptó con mucha alegría la orden de los jueces”, dijo el abogado Elio Riara, tras ser liberado del penal donde también estuvieron presos los expresidentes Alejandro Toledo y Pedro Castillo, este último por solo una vez. Años de intentos fallidos de disolver el Congreso.
El congresista Alejandro Aguinaga de Fuerza Popular, el partido de Keiko Fujimori, hija mayor del expresidente, celebró diciendo que “se le ha hecho justicia a un hombre que ha hecho tanto por el Perú”.
Pero las víctimas de su gobierno rechazaron categóricamente la decisión de los jueces. Una treintena de personas se reunieron frente al tribunal con flores y fotografías de estudiantes universitarios asesinados por escuadrones militares para “perdonar las injurias”.
“Es un atropello, una violación al derecho a la justicia de los familiares de las víctimas”, dijo a la AFP Carmen Amaro, hermana del estudiante Armando Amaro Cóndor, víctima de la masacre de 1992 en la Universidad La Cantuta.
De igual forma, la Asociación de Derechos Humanos condenó enérgicamente la decisión, al considerar que representa un desacato a la Corte Interamericana. “La comunidad internacional está siguiendo de cerca este desafío a la legitimidad internacional”, añadió en un comunicado.
Carlos Rivera, abogado de las víctimas de las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, también aseguró que la decisión del TC es un “punto de quiebre” en las relaciones entre el Perú y el sistema interamericano.
Fujimori recuperará su libertad luego de varias idas y vueltas en su polémico caso. Recibió un indulto humanitario en 2017, pero el privilegio fue revocado por la Corte Suprema en 2019 y luego restablecido por el Tribunal Constitucional en marzo de 2022.
Cuando su liberación parecía inminente el año pasado, la Corte Interamericana pidió a Perú que pospusiera la liberación de Fujimori hasta que revisara una apelación presentada por familiares de aquellos asesinados por los militares en la década de 1990.
Conocido como “El Chino”, Fujimori fue muy popular por su incansable lucha contra la guerrilla maoísta Sendero Luminoso, cuyos principales líderes fueron arrestados. Algunos remanentes aún permanecen activos en las selvas centrales del país, dedicados exclusivamente al narcotráfico.
En noviembre de 2000, en medio de una creciente oposición después de 10 años en el poder, Fujimori huyó a Japón, el país de sus antepasados, y renunció como presidente por fax.
Asumió un poder casi absoluto el 5 de abril de 1992, después de lanzar un “golpe de Estado” al disolver el Congreso e interferir con el poder judicial.
Fujimori tiene cuatro condenas judiciales por crímenes de lesa humanidad y corrupción, la más larga de las cuales fue de 25 años de prisión.
AFP