Luego de diez meses de arduo trabajo donde la infraestructura no cerró del todo sus puertas, el Museo Alejandro Otero en La Rinconada luce como nuevo.
Decir “parece un paquete” no es ni retórico ni demagógico. Fue una intensa campaña de restauración que, al final de la calle, permitió resucitar un centro cultural que no se conformaba con ser una galería de arte convencional, sino un centro de rica conexión con la comunidad estudiantil de El Valle y Coche. , los músicos, poetas e historiadores del Sistema de Orquestas que se reúnen en sus salas, pasillos y jardines de martes a domingo de 9 a 17 horas.
“Además, se mantuvo la originalidad del edificio”, señaló Efraín Rojas, su director desde enero de 2023, quien convive con otros 25 trabajadores del inmueble, asistiendo a una afluencia de usuarios que rozó las 2.000 visitas en el primer trimestre. El año pasado, hasta que comenzaron las obras.
Se impermeabilizaron 1.450 metros cuadrados de superficie; Se recuperaron 5.500 metros cuadrados de paredes y techos; Se rehabilitó el ascensor, imprescindible para los trabajos de carga en un edificio de tres plantas y para el transporte de personas con problemas motrices; Se interpusieron 7.800 metros cuadrados de piso entre las seis salas que componen el edificio, las cuales fueron pulidas y cristalizadas; Se completaron los trabajos de paisajismo; Se trató y repavimentó el techo machihembrado relámpago y se restableció el sistema de aire acondicionado central, haciendo las instalaciones más acogedoras ante el intenso calor que ha sufrido la ciudad en los últimos días.
Un gran esfuerzo del gobierno nacional a través de la Vicepresidencia de la República, que también ha acometido la restauración de los jardines y el anfiteatro con su emblemático café, totalmente equipado para sus propios comensales y visitantes.
Actualmente, el museo exhibe una notable variedad de piezas de su homónimo, el genio bolivariano Alejandro Otero (1921-1990), en la Sala 1.
Abierto el sábado pasado
Su director detalló que la restauración del museo permitió reunir muchas de las 841 obras que permanecían en las bóvedas. Algunos ya se exhiben en la Sala 2 en una exposición titulada “Volumen en el espacio”. La sala 3 alberga la exposición “Signo y Traza, Estudio de la Colección”, y en la Sala 4 podrás realizar un recorrido a través de imágenes que muestran cómo ha evolucionado el proceso de restauración del museo desde antes hasta ahora.
El sábado se abren al público tres exposiciones más, listas para completar el rostro redimido de Alejandro Otero: “La línea que siempre se dobla”, un montaje dedicado a la célebre maestra trinitense-venezolana Valerie Brathwaite; “Vestido de Negro”, con fotografías de León Kaufman, y “Ciudad de No Man”, con imágenes captadas por el lente de Azalea Licón.
Es una gran cruzada: el Museo de Bellas Artes, GAN, Arturo Michelena de La Pastora, Carlos Cruz-Diez, el Museo Nacional de Arquitectura, el Museo de Arte Contemporáneo de Valencia, Calabojo y el Museo de Llanos Barinas Armando Reverón en el La capital pronto tendrá una nueva ubicación.