Anbar advierte que al menos dos de cada 10 refrescos consumidos en suelo venezolano provienen del contrabando en Colombia, mientras que la situación es aún peor en Julia, ya que el contrabando representa hasta el 43% del mercado de refrescos.
La Asociación Nacional de Refrescos (ANBAR) informa que en las últimas semanas autoridades venezolanas han visitado negocios que venden refrescos de las marcas Pepsi y Coca-Cola contrabandeados desde Colombia con las correspondientes sanciones.
El Ministerio Público (MP) y la Fuerza Pública de Julia han visitado comercios en los municipios de Maracaibo y San Francisco, aplicando sanciones administrativas y penales a quienes vendan bebidas colombianas que se comercialicen en el país sin la debida autorización.
“Las incautaciones de productos de contrabando y comercializados ilegalmente por parte de las autoridades nacionales y locales constituyen medidas necesarias para proteger las industrias nacionales y evitar que miles de consumidores compren productos cuyos métodos de transporte y almacenamiento son desconocidos por las autoridades sanitarias, lo que puede tener un impacto negativo en el público. Salud”, denunció el director ejecutivo de AnnBar, Carlos Palumbo.
Las autoridades continuarán con las operaciones de inspección en las próximas semanas, por lo que cualquier negocio que venda contrabando podría enfrentar sanciones.
Esta cruzada contra el contrabando responde a peticiones de comerciantes privados, especialmente de Anbar, dada la fuerte actividad económica que incluye el comercio ilegal de refrescos de contrabando.
En agosto pasado, Anbar advirtió que al menos dos de cada 10 refrescos consumidos en suelo venezolano provenían del contrabando en Colombia, mientras que la situación en Julia era aún peor, ya que el contrabando representaba hasta el 43% del mercado de refrescos.
“Desde la asociación siempre somos responsables de advertir y educar oportunamente sobre los efectos y riesgos de comercializar este tipo de productos. El país necesita apoyo para lo oficial y lo hecho en Venezuela, invitamos a las empresas venezolanas a vender productos legales”, dijo Palombo.
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Actualmente, cada mes se contrabandean más de 2 millones de cajas de coles negras, situación que pone en peligro más de 6.500 empleos directos y más de 32.500 empleos indirectos que genera la industria en toda su cadena de valor.
Según Anbar, la industria nacional tiene capacidad suficiente para satisfacer la demanda de refrescos del país, pero no ha podido hacerlo porque compite en condiciones desiguales con los productos de contrabando.
“Con las condiciones adecuadas, el país tiene una amplia capacidad de producción. Si aumenta la demanda interna, las empresas asociadas a Anbar tienen plena capacidad para abastecer el mercado venezolano de refrescos”, argumentó Palumbo.
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