Este Viernes Santo, el Papa Francisco no asistió al tradicional rito del Vía Crucis en el Coliseo de Roma, que cierra las celebraciones del Viernes Santo y al que asisten unas 25.000 personas.
La oficina de prensa de la Santa Sede, en un comunicado, indicó poco antes del inicio de la ceremonia, a las 21.15 hora local, que “para proteger la salud antes de la vigilia de este sábado y de la Santa Misa del Domingo de Pascua, el Papa Francisco Vía Casa Santa Marta hasta el Coliseo Sigue el Crucis”, informa Prensa Latina.
La celebración estuvo presidida por el cardenal Angelo di Donatis, Vicario del Sumo Pontífice en Roma, quien presidió la ceremonia de la Pasión del Señor en la Basílica de San Pedro, durante la cual se confió la liturgia al evangelista de la casa papal, el cardenal. Raniero Cantalamesa.
Como cada Viernes Santo, un enorme escenario, también conocido como Anfiteatro Flavio, se transformó y durante una hora las laderas del monte romano Esquilino representaron el Gólgota, y el majestuoso monumento real se iluminó con un juego de luces y sombras, en un ambiente de oración y meditación intensa.
El Jueves Santo, el Papa Francisco celebró la Misa Crismal en la Basílica de San Pedro, donde los sacerdotes renovaron sus votos.
Posteriormente visitó la prisión de mujeres de Rebibia, en la capital, donde celebró misa en la Coena Domini.
En ese espacio Francisco compartió con cerca de 200 reclusos que se congregaron en la cancha de fútbol del centro penitenciario, donde se desarrolló la ceremonia, recorrió las instalaciones en silla de ruedas y, luego de la misa, lavó los pies a 12 mujeres encarceladas en ese penal. , de diferentes nacionalidades y religiones.