con una espátula

El patrimonio cultural de Venezuela está amenazado por la crisis y sus efectos, en especial la falta de financiamiento público, así lo advierten organizaciones no gubernamentales y artistas comunitarios que, pese a los obstáculos, intentan llevar el legado a las nuevas generaciones.
Según un reciente informe de la ONG Programa Venezolano de Acción Educativa en Derechos Humanos (PROVIA), según la UNESCO, entre las 84.000 expresiones culturales que existen en Venezuela, muchas se autofinancian y mantienen por el esfuerzo de sus ejecutores, lo que denuncia la falta de de financiación pública para estas actividades.
“No hay una política pública para el sector cultural, es decir, no hay una política de seguridad social para subsidiar diferentes tradiciones sin discriminación”, dijo a Efe el coordinador general de Provea, Rafael Uzcátegui.
Esto, explicó, atenta contra la existencia de tradiciones que se remontan a la época colonial y contra la identidad venezolana.
“No existe una política de financiamiento o incentivos para realizar este tipo de actividades culturales, y es el trabajo independiente y autónomo de la propia comunidad, los gestores culturales, los devotos, quienes mantienen viva la tradición”, enfatizó.
El gestor cultural Miguel Berroterán, quien participa desde hace más de 30 años en la llamada Paranda de San Pedro, aseguró a Efe que las tradiciones se han mantenido en Venezuela, principalmente, gracias al esfuerzo de las comunidades organizadas.
Decidido a mantener viva la fiesta, él y otros participantes visitan escuelas y realizan talleres para fomentar el interés por la tradición, que fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2013.
“Tenemos una gran responsabilidad sobre nuestros hombros de desarrollar un plan de seguridad y lo estamos haciendo”, subrayó.
Asimismo, el presidente de la Fundación Centro de la Diversidad Cultural, Benito Irady, dijo a Efe que las comunidades organizadas juegan un papel protagónico en la preservación de tradiciones heredadas de ancestros, en algunos casos de boca en boca.
Según el funcionario, la comunidad organizada “utilizó sus recursos” para resaltar la importancia de proteger la expresión cultural en las instituciones del Estado.
Al menos cinco publicaciones venezolanas están incluidas en la Lista Representativa para la Protección del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, además de dos en la Lista de Protección Urgente y una en la Lista de Buenas Prácticas de Protección.
Caracas Al Dia