El asediado primer ministro de Haití, Ariel Henry, acordó celebrar elecciones generales a mediados de 2025, dijeron líderes caribeños el miércoles por la noche, mientras la comunidad internacional intenta recaudar dinero para un grupo armado extranjero que luche contra las pandillas en el país.
Los miembros del bloque regional CARICOM emitieron una declaración después de una cumbre de cuatro días en Guyana, diciendo que Henry reconoció la necesidad de celebrar elecciones y trabajar con la oposición, la ayuda y los grupos de la sociedad civil para lograr ese objetivo.
El comunicado indicó que todos los actores de la sociedad haitiana, incluido Henry, deben hacer concesiones para permitir elecciones y la restauración de la democracia en un país empobrecido sin funcionarios electos en el poder.
“CARICOM expresa su profunda preocupación por el continuo deterioro de la situación política, humanitaria y de seguridad y el continuo retraso en superar el estancamiento político, que ha obstaculizado la posibilidad de elecciones libres y justas”, dice el comunicado.
“Los líderes de CARICOM enfatizaron la necesidad crítica e inmediata de avanzar por un camino político claro, que debe ser participativo e inclusivo”, agregaron.
Una portavoz de la oficina de Henry declinó hacer comentarios. Según los funcionarios, Henry salía de Guyana hacia Kenia.
El primer ministro ha prometido celebrar elecciones varias veces desde que asumió el poder en julio de 2021 tras el asesinato del presidente Jovenel Moise, pero él y otros funcionarios han dicho que la violencia de las pandillas les ha impedido cumplir esas promesas.
El primer ministro de las Bahamas, Philip Davis, dijo en una conferencia de prensa después de la cumbre que la situación en Haití era “realmente terrible”. “Haití está sangrando (…) Estamos profundamente preocupados por el deterioro de la situación de seguridad.”
Davis señaló que CARICOM celebrará próximamente una reunión en Jamaica entre altos representantes de Haití, como parte de los esfuerzos regionales para encontrar una solución política para el país.
Mientras tanto, el despliegue de fuerzas policiales de Kenia en Haití, respaldado por la ONU, ha enfrentado obstáculos legales en la nación de África Oriental, y un tribunal dictaminó que el plan era inconstitucional.