con una espátula
El “caso Rubiales” entró ayer en su recta final tras la declaración de Jenny de Hermoso en la Audiencia Nacional, previsiblemente para liderar el último proceso antes de que el juez Francisco de Jorge decida el futuro del caso. Como era de esperarse, la flamante firma de Tigresa confirmó ante el juez lo que ya había anunciado ante la fiscalía. Hermoso insiste en que el beso fue inesperado y nunca consentido. Asimismo, reiteró que tras el beso, en el vuelo de regreso a España y durante su estancia en Ibiza, fue sometida a un acoso constante que cambió su vida normal, generándole una situación de inquietud y tristeza. Asimismo, siempre se refirió a Rubiales como “su jefe” y a él como “un mero empleado”.
debido a
Una declaración que no superó las expectativas pero que incluyó medidas excepcionales de las que otros investigadores no disfrutaron.
Pese a la exposición mediática que ha sufrido durante el último año, el jugador decidió acogerse a la Ley de Víctimas y pidió al juez tomar varias medidas para que su declaración de mañana se preste con la máxima protección de su intimidad y dignidad. . En una carta -publicada en exclusiva por OK Diario- su abogado, Ángel Echeverría, solicitó a Jenny Hermoso declarar sin “exposición pública”. Y según este medio, la justicia nacional aceptó la solicitud y ordenó medidas especiales para mantener a salvo el discurso del futbolista de los medios.
“Atendiendo a la repercusión mediática e interés social del asunto, le informamos el deseo de la señorita Hermoso de proteger al máximo su intimidad, dignidad y exposición pública en futuras actividades que deberá desempeñar en la sede judicial. Para ello propósito”, afirmó. Esta carta de la defensa del futbolista está dirigida al juez.
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