El sector agrícola indica que El decreto 3.920 -que vence en diciembre de 2023- y que los exime del pago del impuesto a la renta se traduce en un mayor desarrollo de las actividades primarias y una mayor producción de alimentos para el país. Pero aún no saben si se renovará o no
El sector agroalimentario consideró que para su desarrollo se emitió en el año 2000 el primer Decreto de Alivio del Impuesto a la Renta (ISLR) para el sector primario (Decreto N° 838, 18 de julio de 2000). Una medida ha sido renovada varias veces hasta 2023.
“Esta política ha demostrado ser una herramienta eficaz para promover la inversión y el crecimiento del sector, que según cifras oficiales se espera que alcance el 5% en 2022. La exención del ISLR permite a los productores reinvertir sus ganancias en la modernización de sus unidades productivasAdquisición de nueva tecnología y mejora de infraestructura”, se lee en un comunicado de prensa.
El sector señala que esta concesión incentiva el crecimiento de la productividad, una mayor eficiencia en los procesos y la innovación en el campo y no es un decreto que se da de manera arbitraria, en ese sentido, señalan que para acceder a este beneficio los productores deben demostrar que están invirtiendo. en mejoras productivas y Reinvertir el equivalente fiscal.
“Este arreglo garantiza que los beneficios fiscales se traduzcan en un mayor desarrollo del sector y una mayor producción de alimentos para el país. Pero la reciente expiración del Decreto 3.920 (diciembre de 2023), que establecía una exención del ISLR para el sector agrícola, ha creado incertidumbre en el sector”, señala el comunicado.
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Asimismo, advierten que la no renovación traerá consecuencias negativas como: Restablecimiento del ISLR aumentará la carga tributaria a los productores, afectando el costo de producciónEso puede ejercer presión sobre los precios de los alimentos y desalentar la inversión.
Agregaron que otros problemas que se derivarán de esta decisión incluyen la reducción de la producción nacional de alimentos, el aumento de la dependencia de las importaciones, el impacto negativo en la economía, lo que afectará el empleo, la generación de divisas y el crecimiento económico.
“Es imperativo que el gobierno nacional proceda con una nueva renovación del decreto de exención del ISLR. Este sistema beneficiará no sólo a los productores, sino a la nación en su conjunto, asegurando el acceso a alimentos de calidad y promoviendo el desarrollo económico y social de Venezuela”, concluye el texto.
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