con una espátula
El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha subrayado este miércoles que “nadie debería utilizar armas químicas en ningún lugar, en ningún momento y bajo ninguna circunstancia” y que hacerlo equivale a un delito. Grave contra la humanidad.
“El uso de armas químicas es una violación del derecho internacional, que puede considerarse el crimen internacional más grave: crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”, dijo Borrell en un comunicado con motivo del Día de las Víctimas de la Guerra Química. Esto se recuerda el jueves.
Cada año, el 30 de noviembre, la Unión Europea recuerda a quienes han muerto y sufrido como resultado del uso de armas químicas y se compromete a continuar la lucha contra la impunidad.
Borrell celebró que la Convención sobre Armas Químicas (CAQ) es “el tratado de desarme más exitoso del mundo” y ha eliminado “toda una categoría de armas de destrucción masiva”.
En julio de este año, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) verificó la destrucción del último arsenal de armas químicas declarado en el mundo.
Pero Borrell advirtió que, a pesar de los avances, el resurgimiento de las armas químicas sigue siendo la amenaza “más grave” a la paz y la seguridad internacionales.
“Todavía somos testigos de las terribles consecuencias de estas armas brutales”, lamentó.
Dijo que han victimizado a miles de personas, incluidos niños en Siria. Y citó, por ejemplo, el “trágico” ataque químico en Ghouta hace diez años, en el que el gobierno sirio mató a más de 1.400 personas.
Señaló que también se han utilizado armas químicas en Rusia, el Reino Unido, Malasia e Irak.
La Unión Europea apoya los esfuerzos nacionales e internacionales para responsabilizar plenamente a los responsables, independientemente de su ubicación, y seguirá trabajando por un mundo libre de armas químicas para el bien de toda la humanidad, aseguró.
En el marco del régimen de medidas restrictivas dedicado a combatir la proliferación y el uso de armas químicas y sus precursores, la Unión Europea impuso medidas restrictivas a personas y entidades rusas vinculadas con el intento de asesinato en 2018 de un exespía ruso en Salisbury, Reino Unido. Sergei y su hija Yulia Skripal, que provocó la muerte de un ciudadano británico y el envenenamiento del adversario Alexei Navalny en 2020.
En Siria, la UE impuso medidas restrictivas a entidades e individuos responsables del desarrollo y uso de armas químicas, en particular por los ataques en Ghouta en agosto de 2013, Latamena en marzo de 2017 y Duma en 2018.
Además, la Unión sigue participando activamente en la Asociación contra la impunidad por el uso de armas químicas. Caracas Al Dia