Hay un ambiente en las calles de Barquisimeto que fluctúa entre la esperanza y la preocupación por la crisis del servicio. Compartimos varios testimonios que reflejan lo que los larenses esperan de esta elección presidencial.
Por Enrique Suárez/Escuela Kokuyo
En el corazón de la capital de Lárens, Barquisimeto, la cuarta ciudad más poblada de Venezuela con más de un millón de habitantes, uno de los principales debates gira en torno a posibles soluciones a los problemas cotidianos que padecen, como la constante falla de los servicios básicos. .
Muchos, como Rickson Robles, de 25 años, sienten que participar en las elecciones presidenciales del 28 de julio es una opción para cambiar su situación, y decidió inscribirse en el registro electoral porque quiere votar por el “cambio”. Nunca perdió la esperanza de convertirse en técnico medio y profesional a través de la formación.
“Aquí es difícil ver el futuro, porque con el trabajo basta para sobrevivir. Uno quiere aspirar a más y la única opción que ve es abandonar el país”, afirma Rickson. “Intenté estudiar en tres universidades, pero o trabajaba o estudiaba para no ser una carga para mi familia”.
A pesar de la dificultad para obtener información a través de los medios tradicionales, puede enterarse de las propuestas de candidatos o figuras políticas a través de su teléfono celular, dispositivo que se ha convertido en su canal de información. “Permítanme presentarles a María Karina. Veo esto como una salida a toda esta situación. Si la oposición no gana, probablemente me iré de Venezuela”, dijo Rickson.
Pero no todos los berquisimenos están al tanto de la oferta electoral. Alexis Lameda, de 30 años, desconocía las propuestas de los candidatos y admitió no haberles informado.
Para él, las cuestiones de servicios básicos no son motivación suficiente para votar el 28 de julio. “Los problemas no cambian de la noche a la mañana, todo es un proceso. Todavía no me he decidido a participar en las elecciones porque no he estudiado la situación política para tomar una decisión”, afirmó.

Otro punto de vista lo expresó Elenia Rojas, de 44 años. “Me siento motivado para trabajar por el país mejor que nunca”, afirma con determinación. Un cambio de gobierno, insistió, era fundamental para lograr mejoras significativas en todos los ámbitos.
“Quiero que mis familiares regresen y encuentren un entorno más estable”, añade Elenia. Su deseo de reunir a sus seres queridos y construir un futuro más prometedor le impulsa a participar activamente en este proceso electoral.
Por su parte, Gilberto Franco, de 56 años, no duda en revelar su motivación: “La necesidad de un cambio político es mi principal motor”. La continua falla de servicios básicos como electricidad y agua lo afecta directamente.
“Espero que un nuevo gobierno pueda abordar estas cuestiones de manera efectiva”, dijo la persona en Lara. La necesidad de una gestión más eficiente orientada al bienestar de los ciudadanos, aseguró, le llevaría a votar el 28 de julio.

Osvaldo Hernández, de 57 años, compartió una visión amplia y optimista: “Estamos motivados a participar porque queremos cambiar el país para mejor”. Su llamado a priorizar la iniciativa privada y permitir que las corporaciones operen en paz refleja una búsqueda de estabilidad y desarrollo. Considera que votar es una herramienta para construir un futuro más próspero y justo.
Dos perspectivas sobre la crisis
En medio de la crisis cada vez más profunda que afecta a Venezuela, han surgido dos puntos de vista opuestos entre los actores políticos del país. Mientras que los partidarios del gobierno culpan de la situación a factores como el agotamiento del modelo de renta petrolera y las sanciones internacionales, los opositores señalan la falta de inversión en políticas públicas esenciales y el fracaso del actual modelo político.

Juan Peña, coordinador regional de juventud del Partido Verde, que apoya la candidatura de Nicolás Maduro, define la situación que padecen los venezolanos por dos motivos principales:
En primer lugar, achaca “el cansancio al modelo de renta petrolera”, que “ha llegado a su límite”. “La excesiva dependencia de los ingresos petroleros ha dejado al país vulnerable a las fluctuaciones del mercado y la caída de los precios del crudo”, dijo Peña.
Por otro lado, aseguró que las sanciones internacionales tuvieron un impacto negativo en la economía. “Las medidas coercitivas unilaterales impuestas por la comunidad internacional han afectado gravemente la economía venezolana”, señaló.
El líder del Gobierno abogó por un levantamiento total de estas restricciones como “medida necesaria para la recuperación económica”. Además, destacó el “rechazo generalizado” de la población a estas medidas coercitivas, lo que, según él, refleja la urgencia de encontrar soluciones sostenibles.
En cambio, Sobela Mejías, secretaria general de Acción Democrática en Resistencia de Lara, dice que la falta de inversión en políticas públicas ha sido decisiva para agravar la crisis.

Según el líder de la oposición, el gobierno ha descuidado sectores esenciales como el sector agrícola y la infraestructura. “La captura de instituciones sin resultados concretos ha exacerbado la crisis”, advirtió.
Añadió que a pesar de los ingresos récord del petróleo, el nivel de vida de la población no ha mejorado significativamente. Mejías sostiene que el problema radica en el fracaso del modelo político actual, no en las sanciones internacionales.
Similitudes y desacuerdos
Tanto los portavoces del partido gobernante como de la oposición coinciden en la necesidad de abordar la crisis de manera integral. Pero difieren en las razones y las soluciones propuestas. Mientras el gobierno quiere levantar la prohibición, la oposición trabaja para cambiar el modelo político hacia una gestión eficaz y políticas públicas que promuevan el desarrollo.
Ambos partidos admiten que existe cierto grado de desinformación: el oficialismo asegura que las redes sociales están manipuladas, mientras que el líder opositor afirma que la censura en los medios tradicionales les impide, en la mayoría de los casos, llevar mensajes de alternativas políticas. representa
Este contenido es producto del programa de capacitación y actualización de Estudio Cocuyo, Escuela Cocuyo 2024, un taller sobre cómo hacer una cobertura electoral de calidad en tiempos de desinformación.