La norteamericana Huntington Ingalls quiere deshacerse del crudo de PDVSA almacenado en los tanques del Bopec a cambio de un préstamo que mantiene con la empresa venezolana.
El petróleo crudo de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) almacenado en los tanques de Bonaire Petroleum Corporation (BOPEC) ha sido infectado recientemente. Se trata de Huntington Ingalls, una poderosa corporación del complejo militar-industrial estadounidense, cuyo punto fuerte es la construcción de buques de guerra.
En 1992, la empresa obtuvo un contrato para reparar y modernizar las fragatas de misiles F-21 ARV Mariscal Sucre y F-22 ARV Almirante Brion. Hubo obstáculos en el proceso que en varias ocasiones llevaron a la suspensión del trabajo, así como a la interrupción de los pagos relacionados.
El arbitraje se llevó a cabo en la Ciudad de México, Washington y Río de Janeiro. El Estado de Venezuela los perdió a todos. En el último fallo emitido en julio de 2018, se ordenó a Venezuela pagar 130 millones de dólares.
Según documentos de la Corte Suprema de Holanda con sede en La Haya, Huntington Ingalls invocó el resultado de un proceso en la ciudad brasileña para exigir la confiscación de 384.410 barriles de fueloil tipo slurry island almacenados en un tanque. De Bopec, según el portal Crónicas del Caribe.
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En julio de 2019 se impuso la sentencia a Bonaire Oil Company. “Todo el petróleo y sus derivados propiedad de Venezuela (…) y distribuidos por las empresas Petróleos de Venezuela SA, Pdvsa Petróleo SA, Bonaire Petroleum Corporation NV, NuStar Terminals Marine Services NV, NuStar Terminals NV, NuStar Logistics LP y/o empresas se perderá.” o en la terminal Nustar Energy LP Bonaire Petroleum Corporation en Bonaire o en la terminal Nustar en San Eustaquio.
Pero los hidrocarburos no fueron entregados a Huntington. Bopec ha alegado que no almacena crudo de Venezuela, sino de PDVSA. En 2021 se realizó una subasta. Un tercero adquirió los derechos del producto ofreciendo 200 mil florines, equivalentes a 111 mil dólares.
En dos instancias anteriores, el tribunal falló a favor de Bopec, lo que significa que Huntington no demostró una identidad perfecta entre la petrolera estatal y Venezuela. Según registros judiciales, Huntington argumentó más tarde que no se podía sospechar de la relación entre Venezuela y Bopec.
“Es innegable que Venezuela es el único accionista de las entidades tanto del BOPEC como de PDVSA; varios directores del BOPEC son también directores de la empresa PDVSA y uno de los directores del BOPEC es un coronel del ejército venezolano; (…) se ha reconocido En diversos procedimientos judiciales se ha afirmado que el petróleo incautado es propiedad de Venezuela y que Pdvsa tiene la intención de entregarlo en China”, dijo la empresa.
En esta situación, el Tribunal de La Haya anuló la sentencia del Tribunal Común de Justicia dictada en noviembre de 2022, presidido por Maurice Valentijn Pollack, que expresaba hostilidad hacia Huntington Ingalls, y ordenó al mismo tribunal preparar una nueva sentencia.
Asimismo, condenó a Bopec a cargar con las costas del proceso judicial. Sus representantes legales no asistieron a la audiencia. En noviembre de 2022, la Armada anunció que la estatal Dix y Astilleros CA (Dianca) realizaría trabajos de “mantenimiento mayor” en las fragatas que provocaron el pleito.
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