La crisis económica impidió que las empresas transnacionales vieran como una opción la producción y posterior comercialización de dulces. Las gomitas son las más buscadas en sus diversas presentaciones.
San Cristóbal. Es común verlo en las vitrinas de bodegas y “tarrentinos” ubicados en la ciudad de San Cristóbal y en las calles del estado Táchira. postre colombianoLa cual tuvo lugar en el mercado nacional en el año 2020 con la llegada de la pandemia del COVID-19.
Y los cierres de fronteras de aquella época, que incrementaron el contrabando de productos de la canasta básica, trajeron estas chucherías. Poco a poco fueron conquistando los mercados regionales y nacionales y ahora Producto más importado de los países vecinos.
Así lo reflejan las estadísticas de la Cámara Venezolana-Colombiana de Integración Económica (CAVECAL). Los números indican que el país, en el primer trimestre de 2024, ha invertido más de 19 millones de dólares en confitería; Superó a los productos de plástico con 17,8 millones de dólares y a las fragancias y cosméticos con 9,2 millones de dólares.
Las importaciones totales en los primeros tres meses fueron de $184 millones, de los cuales $48 millones ingresaron por las tres aduanas de la región y el resto por Paraguay.
El director ejecutivo de la Cámara Colombiano Venezolana dijo que las cosas se han puesto más dulces Productos con más demanda Para los venezolanos, especialmente la marca Colombina.
Dio la bienvenida al aumento del comercio bilateral. Dijo que la confianza empresarial ha aumentado desde el restablecimiento de las relaciones entre los dos países.
Sin producción
El economista Aldo Contreras señala que la razón por la que los colombianos compran dulces es que Venezuela no produce tanto como en los años 90, cuando en el país existían grandes empresas que producían y luego comercializaban a otros países.
“El producto que vemos más visible a la venta es la gomita conocida como Trolulu, que viene en diferentes presentaciones. También chocolates azabache, cometas y otros, con calidad, precio, empaque y diseño”, reveló.
Según el experto, demostró una ventaja competitiva frente a los productos nacionales, que consideró “abandonados” por los empresarios. Indicó que otros países han avanzado en el desarrollo de nuevos artículos en diferentes sabores para satisfacer el paladar del consumidor.
Aunque los anaqueles están llenos de productos importados de Estados Unidos, indicó que Colombia ha logrado liderar el mercado. Considera que Venezuela presenta un Retrasos en maquinaria y tecnología Para lograr una mayor producción.
Asegura que la compleja crisis humanitaria dificulta el ingreso de internacionales, quienes pueden ver atractiva la comercialización de este rubro.
En La Grita teníamos compañía de PepsiCo y Fritole; Sin embargo, cerraron sus puertas por apagones, migración y bajas ventas”, añadió.
Escriba el nombre completo de un amigo
Nancy Morales, propietaria de una bodega en la parte baja de San Cristóbal, dijo que a los niños y jóvenes les gusta comprar gomitas, mientras que los adultos compran chocolates, paletas heladas y papas. Todos vienen de Norte de Santander, Colombia, porque es más barato.
Explicó que un cocoset nacional cuesta 3.500 pesos colombianos, los colombianos 2.500; Un pepito de países vecinos cuesta 3.500 pesos y el de Venezuela 4.500.
Lo que viene del otro lado es más barato, mientras que lo que viene de Venezuela puede ser 1.000 o 1.500 pesos más”, afirmó.
Esta pequeña empresa, como muchas otras, vende la mayoría de sus productos desde países vecinos. “Lo nacional es la harina, la mayonesa, la salsa de tomate, todo lo demás es importado”, afirmó.