Este jueves 23 de mayo, el gobierno de Estados Unidos renovó una advertencia a sus ciudadanos de “no viajar” a Venezuela, confirmando que la Casa Blanca no tiene autoridad para ayudar a los viajeros que tengan problemas en ese país.
Aunque la medida no es una prohibición de entrada, el Departamento de Estado insta a sus ciudadanos a no viajar, advirtiendo de problemas en su país.
Según información publicada por el New York Post, esta advertencia es la más grave que puede emitir la Casa Blanca. Funcionarios estatales también dijeron que hubo una lista que influyó para que Venezuela ingresara a la “lista negra”.
En opinión de la publicación, los disturbios civiles, las “amenazas percibidas de terrorismo” y los “prejuicios antiamericanos” han hecho de Venezuela un lugar peligroso.
El Gobierno norteamericano ha subrayado que los estadounidenses que decidan viajar a Venezuela deberán mantener contacto y establecer un “protocolo de prueba de vida” con sus familiares.
El Departamento de Estado ha afirmado en varias ocasiones que “existe un alto riesgo de detención injusta de estadounidenses en Venezuela”, en referencia a la detención de algunos ciudadanos en suelo venezolano.
La primera advertencia de este tipo que emitió Estados Unidos fue en 2019 y desde entonces la ha renovado año tras año. El gobierno teme que se cree una atmósfera de inestabilidad antes de las elecciones del 28 de julio.