con una espátula
Estudiar en las universidades públicas de Venezuela es un “acto de resiliencia” y “una hazaña” por los problemas que enfrentan los estudiantes: deterioro de las universidades autónomas, falta de profesores, ayudas insuficientes, entre otros problemas. Hoy, en el Día del Estudiante Universitario, los jóvenes lamentan las condiciones adversas que les impiden avanzar como se espera en sus carreras universitarias.
Por Sarahi Gómez / talcualdigital.com
talco Se entrevistó a 4 líderes estudiantiles de las universidades UCV, LUZ, UDO y UPEL, quienes describieron las dificultades que tuvieron que superar para obtener un título universitario en el país.
La vida de los estudiantes universitarios se ve directamente afectada por la falta de educación en Venezuela. A medida que los presupuestos se volvieron inadecuados y el abandono del Estado se hizo cada vez más evidente, el progreso de las universidades se deterioró. La falta de docentes por bajos salarios, infraestructura dañada y falta de necesidades de los estudiantes son algunas de las dificultades que enfrentan los estudiantes universitarios y esto afecta directamente su rendimiento académico.
En promedio, un estudiante universitario tarda más del tiempo asignado en completar sus estudios. Un título de cinco años puede tardar hasta ocho años en completarse en la Universidad Central de Venezuela (UCV), una de las principales universidades del país. Lo mismo ocurre con otras instituciones de educación superior como la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), la Universidad de Oriente (UDO) y la Universidad de Julia (LUZ).
El presidente de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, Jesús Mendoza, explicó que el estudiante promedio de esta universidad tarda más en graduarse, debido, entre otras razones, a los bajos salarios de los profesores universitarios, problema que afecta a los estudiantes. Varias universidades del país. En septiembre de 2023, un profesor titular recibía un salario de 16 dólares al mes. El dirigente estudiantil aseguró que los bajos salarios impiden que los docentes asistan a clases todos los días e incluso coman bien, situación que perjudica a los estudiantes.
“La crisis salarial de los docentes afecta cuando el maestro no va, cuando viene sin comida o cuando el maestro simplemente renuncia y te quedas sin la posibilidad de ver ese asunto”, dijo Mendoza.
Gabriel Díaz, presidente encargado de la Federación de Centros de Estudiantes de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) de Marrakech, aseguró que la deserción de docentes en esa universidad ronda el 35%.
De igual forma, Mendoza aseguró que los estudiantes están tardando más en graduarse debido a los paros laborales, renuncias docentes y la crisis económica que afecta directamente a los jóvenes. Muchos deben decidir: redoblar sus esfuerzos para trabajar y estudiar, ya que necesitan ganar dinero para sobrevivir; Toma menos materias o abandona la universidad y dedícate únicamente al trabajo.
Todas estas desventajas han provocado la deserción estudiantil en la UCV. Según las estadísticas del rector de la FCU-UCV, el porcentaje de estudiantes que deciden darse de baja de la universidad es del 45%, con especial énfasis en la Facultad de Farmacia y la Facultad de Ingeniería.
“Estudiar en Venezuela es un acto de resiliencia. Porque no tenemos condiciones y sufrimos shocks académicos. Es un shock académico cuando vas a la universidad y no tienes un maestro, cuando no tienes suficiente dinero para comprar el desayuno. “Porque el comedor no funciona, es un shock académico. Hay muchos daños morales y todavía estamos estudiando, preparándonos, porque queremos darle a Venezuela un futuro mejor”, dijo Jesús Mendoza.
Infraestructura abandonada
La Casa de Estudios no cuenta con condiciones físicas óptimas para recibir estudiantes. Este es un problema compartido por varias universidades estatales autónomas del país. La Universidad de Oriente (UDO), por ejemplo, ha sufrido vandalismo en su sede y robo de equipos, sin tener en cuenta su falta de mantenimiento a lo largo de los años.
David Astudillo, dirigente estudiantil de la UDO en Anjotegui, señaló que las casas de estudio con sede en cinco estados del país no cuentan con la infraestructura adecuada y muchas de ellas se han deteriorado severamente, al punto de ser imposible. Para ellos, los estudiantes pueden ver las clases en muchas de sus aulas.
Este dirigente estudiantil denunció la falta de pupitres y aire acondicionado en varios centros de la universidad. Dijo que muchas veces tienen que sentarse en el suelo a ver clases y ni siquiera tienen electricidad ininterrumpida. Esto afecta directamente carreras como ingeniería eléctrica, ingeniería petrolera, medicina entre otras, ya que no cuentan con recursos para realizar pasantías. Esto retrasa la posibilidad de avanzar a una carrera universitaria.
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