En las redes sociales se ha viralizado un vídeo de pacientes recibiendo tratamiento en la sala de diálisis de un centro de nefrología situado al sur de Valencia en medio de un fallo del servicio eléctrico.
Como la central eléctrica no funciona, los trabajadores médicos locales se ven obligados a trabajar en condiciones precarias.
Esta situación reduce seriamente la calidad de vida de los pacientes que cada vez tienen un nuevo apagón en el centro de salud. “Hemos perdido la mitad de nuestro sistema sanguíneo y una bolsa de sangre perdida significa que nuestra hemoglobina cae por debajo de 10”Dijo un paciente.
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Esta no es una situación nueva, sino todo lo contrario. Según un informe de Crónica Uno, La central dejó de funcionar hace siete meses y las autoridades no hicieron nada al respecto.
Cada vez que se produce un apagón durante el proceso de diálisis, este se pierde, afectando gravemente a los pacientes. El servicio eléctrico falló tres veces el mismo día 23 de enero.
Migdalia Martínez, quien lleva dos años en diálisis, señala que este es un problema grave. Respecto a la planta eléctrica, indicó que “la placa base está dañada”.
Pero advierte que ésta no es la raíz del problema. El paciente dice que la máquina necesita 180 litros de diésel, que no siempre llega a tiempo. Mientras tanto, comentó que los apagones se producen con una frecuencia cada vez mayor en Karabobo.
#carabobo | Pacientes reciben terapia de reemplazo renal durante falla del servicio eléctrico en la sala de diálisis del Centro de Nefrología ubicado al sur de Valencia.
Aunque el hospital tiene planta eléctrica, ésta no funciona.
📹: Cortesía pic.twitter.com/Rk27wwXnQw
-VPItv (@VPITv) 1 de febrero de 2024
Problemas en el sistema de salud.
Los fallos eléctricos no son el único problema al que se enfrentan los pacientes. Una bolsa de sangre a través del sistema público requiere de cuatro donantes. Si deseas hacerlo por servicio personal, tiene un costo de $100.
El Centro de Nefrología tampoco cuenta con agua entubada, lo que también afecta la limpieza del lugar.
Además, el centro debe afrontar la escasez de tensiómetros, camillas, oxímetros y la falta de carros de parada.