Caracas Al Dia
Pedro Sánchez se suicidóO Moncloa esperaba un tono más tranquilo del presidente del GobiernoPero el candidato socialista boicoteó el debate en un tono agresivo, neurótico, interrumpiendo constantemente a su oponente, acelerando y coreando siempre que “PP y Vox son lo mismo”. Sánchez acudió a esta Legislatura a sacar a relucir el 11-M para tapar su “enmienda”. Y se defendió oponiéndose a la Junta de Galicia y al gobierno de Rajoy. Y con alusiones al bono y al nombre de Bárcenas, pero sin contestar ninguna de las preguntas que le hizo Alberto Núñez Physio.
por larazon.es
Los expertos en comunicación política confirman que los primeros veinte minutos de cualquier encuentro son críticos para influir en la opinión pública, hasta el primer bloque de publicidad. feijoo Comenzó con un tono solvente, enfático en forma y contenido. Fue un debate áspero y conflictivo, donde el candidato socialista intentó utilizar a Vox para romper a Feijóo, pero Bildui noqueó al presidente del Gobierno. “Hoy se cumplen 25 años del secuestro de Miguel Ángel Blanco y gobiernas con Bildu”.
La melodía también jugó a favor de Feijo., más pausado, con el objetivo de centralizar, de crear un proyecto mayoritario. El cambio de roles que ha llevado a cabo esta campaña lo demuestra un opositor que actuó con la institucionalidad de quien ya está sentado en la Moncloa y un presidente del Gobierno que se comportó como si fuera el opositor que tenía que jugárselo todo para pasar la prueba. Hubo más enfado que propuesta. “Déjame hablar”, “No intentes atraparme”… y como importante punto de inflexión, la propuesta de Feijó de firmar un contrato que solo recoja a los más votados tras el régimen del 23J, promesa que Sánchez no aceptó.
El líder popular incluso pasó cómodamente a la economía, tomando iniciativas y profundizando en los detalles de los datos. “El presidente ha duplicado la deuda de la UE, probablemente te vayas y dejes el globo de la deuda, lo pagaremos juntos”. Feijo se centró en consolidar y ampliar sus argumentos Encuesta, Y Sánchez actuó como alguien que abandona la lucha y anhela una derrota lo más digna posible.
Fue un debate predecible en contenido, en el que Sánchez se mostró débil en el tratado y la inspección de las promesas hechas con los españoles. Sus dos debilidades en esta legislatura, su socio y la falta de credibilidad, fueron bien aprovechadas por el candidato popular, quien no rehuyó el conflicto por la gobernabilidad.
Los candidatos de PSOE y PP se enfrentaron así a la única campaña electoral presencial organizada por Atresmedia. Sánchez recurrió a información sobre su gestión económica y denunció la supuesta conspiración contra el “sanchismo” y Feijo le acusó de mentiroso, de falta de sensibilidad hacia la ciudadanía y de desplazar a los separatistas en un debate difícil y amargo.
Nadie obtiene más votos en la derecha que Pedro Sánchez, por lo que cuanto más se replique Sánchez, dicen los estrategas populistas, mejor para un cambio de gobierno. Y Sánchez ayer se mantuvo completamente fiel al papel comunicativo que sus principales asesores han creado en la campaña.
A medida que avanzaba el debate, entre las filas socialistas comenzó a circular una evaluación dramática del desempeño de su candidato. “Un desastre”, “falta de reflejos”, “consolidó a la mayoría de la oposición”. Sánchez no satisfizo a su equipo, aunque la dirección de Ferraz guardaría silencio o repetiría el mensaje oficial elaborado por el argumento de Moncloar. El problema es que en el PSOE también se decide si creen que se debe cambiar la redacción general del partido en estas elecciones.