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Expatriados y exiliados nicaragüenses se han sorprendido al ver a paramilitares, jueces, periodistas oficialistas, jefes de policía, familiares de altos funcionarios del gobierno sandinista en Nicaragua y hasta un hombre en las calles de Estados Unidos en las últimas semanas. Testificó en el juicio que condenó a Monseñor Rolando Álvarez.
por Caracas Al Dia.com
El abogado nicaragüense exiliado, Yader Morazán, conoció recientemente a dos de sus compatriotas en una barbería que visitó en Indiana, Estados Unidos. Si ya era raro encontrar nicaragüenses en esa ciudad, más raro aún que en la conversación profesaban simpatía por la muerte del dictador. daniel ortega. “Estamos dispuestos a dar la vida por él”, le dijeron.
Después de un tiempo, se reencontró con rostros nicaragüenses en las redes sociales. Otro compatriota los denunció como parte fuerzas paramilitares que reunió Daniel Ortega para reprimir el levantamiento civil de 2018 en Nicaragua y según Comisión Interamericana de Derechos Humanos Causó más de 300 asesinatos.
“Ayer me topé con 2 sapos simpatizantes del régimen, que después de fingir estar vivos, ‘graciosos’ y alardear de su comandante, tuve que hablarles en su lenguaje ‘revolucionario’ y les di la ley. Lección Se quedaron en silencio. Están armados bravamente, en jauría y contra los débiles”, escribió luego Morazán en Twitter.
Los dos simpatizantes de Daniel Ortega forman parte de una ola de inmigrantes nicaragüenses que llegan a Estados Unidos Libertad condicional (Permisos) humanitarios otorgados por el gobierno de ese país a nicaragüenses, venezolanos, cubanos y haitianos.
Parole es una visa especial del gobierno que le permite a una persona vivir y trabajar en los Estados Unidos por hasta dos años, siempre que cumpla con las condiciones establecidas por el programa.
Unos 40.000 nicaragüenses han solicitado libertad condicional en lo que va del año, con 19.000 aprobados hasta abril pasado. Muchos de los solicitantes son reconocidos Aliados del régimen sandinistaEso ha alimentado una campaña de condena entre la oposición.
Diario Nicaragüense tu lo tomasContó unos 30 conocidos aliados del régimen que han aprovechado la libertad condicional humanitaria para emigrar a Estados Unidos y que han sido expuestos por opositores en el mismo país.
“Ni Judas fue un traidor como Delesca M. Rodríguez, integrante de la UNEN, que no dudó en mostrarse al Imperio aún después de abrazar la bandera de la muerte”, denunció el periodista deportivo Miguel Mendoza, preso político exiliado en Estados Unidos. por el régimen de Ortega, y uno de los más activos de los detractores.
La UNEN (Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua), organización asociada al sandinismo y las denuncias mendocinas, muestra a Rodríguez en dos fotos: una, en Nicaragua, posando con una bandera rojinegra, y la otra, ya en Estados Unidos, con la bandera norteamericana.
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Delesca m. Rodríguez, líder de UNEN, la organización estudiantil leal a Daniel Ortega, tras llegar a Estados Unidos. (foto red social)
Además de dirigentes de la UNEN, jefes policiales, paramilitares, jueces, familiares de altos dirigentes sandinistas y hasta una mujer que sirvió como testigo en el juicio de Monseñor Rolando Álvarez y donde fue condenado a 26 años de prisión.
Yader Morazán es abogado y trabaja en la documentación de los casos que considera deben ser denunciados. Dice que “aceptar a estas personas sin pasar por filtros es un tema de seguridad nacional para Estados Unidos” y que la ley en sí es contradictoria porque la exposición de motivos “habla de la crisis que enfrenta Nicaragua”.
Admitió, sin embargo, que ser simpatizante de los sandinistas o de Daniel Ortega no es un delito, y que incluso las autoridades estadounidenses respetan la condición “para la libertad de expresión y pensamiento”.
Lo que sucede, agrega, es que estas personas, a pesar de que delinquen, no tienen antecedentes penales porque Nicaragua tiene un sistema de justicia que promueve la impunidad para este tipo de delitos y, por el contrario, condena a los ciudadanos por su práctica. . Bien..
“Por ejemplo, los 222 presos políticos que fueron deportados técnicamente no pudieron ser aceptados porque delinquieron, y en cambio los que participaron abiertamente en alguna estructura política o institucional, los que delincaron son claros”, dijo.
“Lo que pedimos es que la misma lógica que se aplicó para permitir el ingreso de los presos políticos sirva también para impedir el ingreso de estas personas que representan un peligro”, agregó. “Un oficial de inmigración, en caso de duda, puede rechazar a cualquiera. Ni siquiera tienes que apoyarlo”.
Uno de los casos destapados por Morazán es el del Subcomisario de Policía María de Jesús Guzmán Gutiérrez, quien recientemente vino a los Estados Unidos en libertad condicional. La policía de Nicaragua fue sancionada por Estados Unidos en marzo de 2020 como una institución violatoria de los derechos humanos. Guzmán Gutiérrez fue ascendido en septiembre de 2021.
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La subcomisionada María de Jesús Guzmán Gutiérrez, durante su ascenso a los Estados Unidos en el grado y posteriores. (Foto red social).