Gabriel Chakarjee superó todas las expectativas en torno a su concierto de NYC a CCS en el reciente jueves 1 de junio: Centro Cultural BOD en La Castellana.
Nacido en Caracas, Nueva York, su nombre fue cada vez más reconocido por amantes de la música, colegas y críticos por igual. Desde que llegó en 2014, con 21 años y becado para estudiar en el programa de jazz contemporáneo de la prestigiosa The New School, no ha dejado de sorprender con su talento como pianista y compositor.
Por lo tanto, ha actuado en los lugares de jazz más famosos de Nueva York, a saber nota azul, Jazz en el Lincoln Center y sala CarnegieHa realizado giras internacionales y ha tenido la oportunidad de trabajar con ganadores de premios Grammy como La India, Luis Enrique, C4 Trío, Luisito Quintero y Tony ZuckerCon trompeta innovadora Adam O’Farrell(nieto de Chico e hijo de Arturo) y más.
Chakarji es parte de una generación de músicos venezolanos expatriados que se dieron a la tarea de comprender cómo encaja el folclore nacional en el panorama más amplio del jazz y la música improvisada en los Estados Unidos.
Es con esta inquietud que llega a su ciudad natal para presentar un proyecto en el que explora su idea de una posible fusión entre el jazz y la música tradicional venezolana, composiciones originales y canciones populares inspiradas en ricas melodías e improvisaciones con un lente contemporáneo. Por la tradición del jazz.
Nueva York a Caracas
El pianista venezolano regresa a su país de origen luego de una ausencia de nueve años para mostrar lo que ha aprendido y lo mucho que ha crecido como músico e intérprete en la Gran Manzana.
En una presentación que fuecrecienteAl principio comenzó solo, haciendo gala de sensibilidad, armonía, buena técnica y conocimiento de su instrumento, incursionando en interpretaciones complejas en ese primer movimiento y posteriormente a lo largo del recital.
El primer invitado de la noche fue el bajista Corrido (Gurufio Ensemble y más). David Peña, Con quien interpretó a dúo los clásicos de la música venezolana: el siempre elegante, bello y acogedor vals “Natalia”, de antonio laura. A continuación comenzarán a intervenir el resto de invitados: contrabajistaRubén Paiva, la cubierta samuel fuentespercusionista José Luis “Mulato” González y su voz Huguette Contramaestre, Betsayda Machado y marshall eastridgeConfigurar una banda de alto nivel que encaje con las distintas piezas —propias y ajenas— con buen ingenio y brillantez encaja muy bien.
Los afrovenezolanos estuvieron muy presentes con sus canciones, sus ritmos e instrumentos y hasta en un momento Gabriel sorprendió a todos, uno de los percusionistas de Kulo Pua.
Al respecto, he citado algunas de sus declaraciones en la nota de prensa que promovió este evento y que hablan de sus experiencias en el exterior:
“Quiero compartir la riqueza cultural de nuestra música con los amantes del jazz. Los oyentes siempre quedan impresionados por la potencia de nuestros ritmos y aprenden de la diversidad de Venezuela y de la influencia africana en su música”.
gabriel chakarji
También hubo espacio para afrocubanos, explicando una variación del tema “evidencia” de monje theloniousO el conocido Bolero “remolino”, Más un adelanto del nuevo disco que está grabando: Venezuela en Movimiento (VIM)que siguió a su debut discográfico “Vida” (2016, firmado con Carmela Ramírez) y “Nuevo Comienzo” (2020).
Su actuación en Caracas fue parte de su Gira Primavera 2023 que lo llevó primero a Ciudad de México y Guadalajara en México, Cali y Bogotá en Colombia y ahora continúa por Nueva York y San Francisco en Estados Unidos.
Gabriel Chakerji es uno de los músicos más destacados y privilegiados de la diáspora venezolana, habiendo dado varios directores de renombre mundial.
La lista es larga e incluye instrumentistas de todas las especialidades, pero debemos mencionar solo a los pianistas en consideración. Leo Blanco, Ed Simón, Luis Perdomo, Otmaro Ruiz, Silvano Monasterios O él mismo, que desde los 30 años ya debería ser considerado un fenómeno, confirma los excelentes comentarios que se han hecho sobre él.
Otros diez años y se está desvaneciendo de la vista.