con una espátula
Greenpeace llamó este lunes a los gobiernos del mundo a proteger alta mar de acuerdo con los acuerdos de la ONU y pidió a Ecuador crear la primera reserva marina protegida junto a las Islas Galápagos.
En medio de una expedición científica a las islas con periodistas de la AFP, la agencia explicó que “fuera del área protegida de Galápagos, las flotas pesqueras industriales continúan saqueando los mares”, según un boletín.
Una gran variedad de aguas internacionales no pertenecen a un país específico, lo que dificulta su conservación.
“Debemos proteger esta región, porque en marzo de 2023, todos los gobiernos acordaron un tratado histórico de la ONU sobre los océanos que, una vez ratificado, nos permitirá hacer precisamente eso”. campaña. Greenpeace, citado en comunicado.
El año pasado, 80 países firmaron la Convención Mundial sobre los Océanos en las Naciones Unidas para proteger la biodiversidad marina en aguas internacionales, pero sólo Chile y Palau la han ratificado.

Para que entre en vigor, al menos 60 gobiernos deben incorporarlo en sus leyes nacionales, explicó Greenpeace.
Cuna de la teoría de la evolución, Galápagos es “uno de los mejores ejemplos de conservación marina en la Tierra” con una “autopista migratoria” esencial para la vida marina, señaló la agencia.
“Si no podemos proteger una zona como Galápagos junto con otras como Cocos y corredores clave, una determinada zona no podrá funcionar correctamente por sí sola”, dijo a la AFP el científico de conservación marina global. El inglés Stuart Banks, que trabaja en la Estación Charles Darwin del archipiélago.
El gobierno ecuatoriano creó la Reserva Marina de Galápagos en 1998 y hoy continúa siendo un oasis de biodiversidad de al menos 2.900 especies marinas, el 25% de las cuales son endémicas junto con los numerosos delfines, ballenas, leones marinos y tortugas gigantes que dan a su archipiélago su nombre..
Fuera de los límites de las reservas marinas, el océano sigue abierto a la pesca industrial destructiva, que puede tener consecuencias nefastas para la vida marina, advierte Greenpeace.
AFP