El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, este lunes “condenó la opresión y violencia” del gobierno venezolano “contra su propio pueblo” y sostuvo que no reconoce a Nicolás Maduro como el líder reelegido.
“Nuestro gobierno condena enérgicamente la represión y la violencia que el gobierno venezolano ha llevado a cabo contra su propio pueblo”, dijo Arévalo de León en una conferencia de prensa.
Al menos 13 personas han muerto en protestas contra Maduro por los resultados electorales en Venezuela, según la organización no gubernamental Foro Penal. Las autoridades venezolanas, por su parte, estiman que 2.000 personas fueron detenidas en las protestas.
Arévalo de León reiteró que Guatemala “no reconoce” a Maduro como presidente reelegido porque los “resultados presentados” por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela “no cumplen con los estándares mínimos de transparencia que requiere una democracia moderna”.
Guatemala ya había indicado a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores el 2 de agosto que no reconocía oficialmente la victoria de Maduro en las elecciones del 28 de julio en Venezuela.
Entre los países centroamericanos que no han reconocido la victoria de Maduro en la región se encuentran Perú, Uruguay, Ecuador, Argentina, Panamá y Costa Rica.
El viernes, el CNE ofreció una segunda y, por ahora, última valoración de los resultados electorales, donde confirmó la victoria de Maduro con el 51,95% de los votos, mientras que el candidato Edmundo González Urrutia obtuvo el 43,18% de apoyo, un 96,87%. Actas escrutadas, que aún no han sido publicadas.
Aunque el organismo electoral no difundió las actas electorales que certifican la victoria de Maduro, como exige la normativa legal, la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) difundió el “81%” de esos documentos, que mostraban, según el antichavismo, que González Urrutia ganaba por un amplio margen. Amplio margen.
Las relaciones de Guatemala con el gobierno de Nicolás Maduro están oficialmente suspendidas desde 2020, cuando ambos países decidieron cerrar sus representaciones diplomáticas.