con una espátula
En enero de este año, el canciller Álvaro Leyva recibió un mensaje de WhatsApp en su teléfono. En él, un hombre anunciaba desde un número de Estados Unidos que tenía información importante que supuestamente involucraba a miembros de la firma Thomas Gregg & Sons, la misma firma interesada en ganar una licitación multimillonaria para pasaportes.
por semana.com
Leva informó inmediatamente a las autoridades. Los organismos de inteligencia y la fiscalía están al tanto de todo el operativo.
Muy rápidamente, la persona que contactó con el canciller abrió sus cartas y le exigió grandes sumas de dinero a cambio de información. semana Supo que las autoridades habían encaminado el pago de 30 millones de pesos a una cuenta en Bancolombia.
Aunque en un principio el interlocutor de Leaver le envió un video diciendo que tenía información valiosa, las cosas se complicaron tras el pago..
La persona empezó a exigir otros 50 millones de pesos y hubo extorsión, según confirmó el propio ministro. Si Leiva no les paga lo que exigen, encontrarán una manera de hacer pública la historia acusando a los postores de pagar por información.
Lo que esta persona no calculó fue que el Canciller nunca actuó solo y siempre estuvo con las autoridades..
La verdad es que al canciller se le prometió información sensible que comprometía a los miembros de Thomas Greig & Sons.
El video de muestra que le enviaron muestra un diálogo de chat por teléfono en el que, de perfil, aparece una foto del senador de la U José David Neme, aparentemente hablando mal de Leyva.
“Dr. Camillo, tal como está, y créame, haré todos los procedimientos (sic) y El lobby “El canciller necesita ser destituido de su cargo, lo que no debería ser así, juega mucho en su contra”.
Aparece una fecha en la pantalla: 30 de noviembre de 2023 El conversador respondió: “Cuento contigo y no te preocupes, aunque mis conexiones en palacio no son tan fuertes, tampoco son malas. Y les ayudo desde esta orilla a ver lo que hemos conseguido”.
semana Tiene decenas de chats que prueban que hubo comunicación entre Leyva y un hombre misterioso que decía tener información crítica que el Estado debería saber en medio de una puja multimillonaria por el pasaporte.
La conversación comenzó en enero, por WhatsApp, cuando Leiva fue contactado por una línea en Estados Unidos a las 7:00 a.m. (hora colombiana).
“Buenos días, señor canciller. Estimado Dr. Leyva: Mi nombre es Edward Soto. Hasta hace 15 días estoy. Camilo Bautista por más de 17 años”. Bautista es uno de los dueños de Thomas Gregg & Sons.
Minutos después, a las 7:09 horas, la persona le dijo a Leiva: “Me han dado su teléfono directo para informarle que tengo información importante de parte de Tomás respecto de mi exjefe, el señor Camilo Bautista, a quien le puede interesar. Espero continuar contigo.”
Luego hubo una conversación sobre la aplicación Signal durante al menos un mes. El hombre insistió ante el canciller y le exigió dinero a cambio de información. “Así que te ofrezco la información de inmediato, porque sé que funcionará no sólo para ti, sino para muchos, pero lo que a mí me funciona en este momento es una compensación económica”.
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