El gobierno de Nicolás Maduro lanzó tarde la campaña de prevención por la lluvia, que este año volvió a tomar “por sorpresa”. Comienzan en abril, un mes después del inicio del monzón. Debían comenzar al menos seis meses antes de esa fecha.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMEH) espera que el país registre lluvias o chubascos para este 10 de junio, acompañadas de alguna actividad eléctrica y rachas de viento. Las zonas que pueden verse afectadas por esta potencial precipitación son Amazonas, Julia, Falcón, Monagas, Delta Amacuro y Bolivia.
Según el organismo, dicha precipitación es provocada por la onda tropical número seis, que ya se desplaza por el territorio nacional.
“El resto del país estará parcialmente nublado con algunas áreas despejadas”, escribió Inameh en su cuenta oficial de Twitter el sábado por la tarde. Señaló que este parte meteorológico estará vigente durante las próximas seis horas, es decir, hasta las 18:00 horas aproximadamente.
A fines de abril, José Pereira, director de ese instituto, informó que la temporada de ondas tropicales comenzaría el 1 de mayo y duraría hasta noviembre. En su momento comentó que se esperaba que viajaran de 55 a 60 ondas tropicales a Venezuela durante ese período.
“Ellas (las depresiones tropicales) comenzarán su paso y se alejarán de las costas de África, atravesarán todo el Atlántico tropical y llegarán a las costas de Venezuela, transitando de este a oeste”, explicó Pereira en abril pasado.
Ya en mayo, Nicolás Maduro pidió a sus gobernadores “dar a luz” para atender las emergencias derivadas de la lluvia. Indicó que las lluvias de fin de mes causaron importantes daños en los estados de Cozedes, Portuguesa y Barinas. Pero llegó tarde.
“Llovió en Barinas, en una hora, qué tal una lluvia similar durante 20 días”, dijo durante una videoconferencia con los gobernadores del país para evaluar los daños causados por la lluvia.
La reparación y el mantenimiento de los sistemas de drenaje primario y secundario requiere un mínimo de seis meses. El gobierno anunció el inicio del programa a fines de abril. Los expertos, asesorados por TalCual, destacaron que las lluvias de 2022 deben garantizar la contención de los sedimentos depositados en los diques y escolleras. Para enero de este año, estimaron que el 70% de los ríos y arroyos tenían represas de retención de sedimentos. colapsado
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