Este viernes, el ejército israelí intensificó sus ataques e incursiones en el centro de Rafah, el sur de Gaza así como su lado occidental; Esto provocó, según fuentes médicas, al menos 25 muertes en ataques a comercios por parte de personas desplazadas -en paradero desconocido- y una devastación generalizada en zonas residenciales.
Según confirmaron fuentes palestinas, los ataques se concentran ahora en Al Awda, en el centro de la ciudad de Rafah, y Tal al-Sultan, en el noroeste. Las zonas del sur y del este ya están bajo su control, semanas después de que los tanques israelíes comenzaran su incursión en la ciudad el 6 de mayo.
“Toda la ciudad de Rafah es una zona de operaciones militares israelíes”, afirmó hoy el alcalde de la ciudad de Rafah, Ahmed al-Sofi, en un comunicado difundido en Telegram por el grupo islamista palestino Hamás. “La ciudad se enfrenta a un desastre humanitario y la gente está muriendo en sus tiendas debido a los bombardeos israelíes”.
Sophie añadió que en la ciudad no funciona ningún centro médico y que los residentes y los desplazados -unas 65.000 personas según la UNRWA, aunque había 1,4 millones de habitantes de Gaza refugiados en Rafah antes de la incursión militar- no pueden satisfacer sus necesidades diarias de alimentos y agua.
El tercer punto de intensa actividad militar, según informaron a Efe fuentes locales, es el llamado Corredor Filadelfia, una línea fronteriza de 14 kilómetros con Egipto que Israel quiere controlar, según fuentes militares, para cortar la red. Los túneles que proporciona abastecen a Hamás y le ayudan tanto a regenerarse como a atacar.
La destrucción de infraestructuras en estas zonas es profunda y se ha creado una especie de franja de seguridad, como en el barrio saudí de Rafah (oeste), donde unidades de ingeniería del ejército están haciendo volar edificios residenciales.
Lo perdió todo en la depresión infantil
En el norte, la inseguridad alimentaria y nutricional sigue siendo un problema crítico. Según datos de la ONU del 1 al 18 de julio, 28 (el 46%) de las 61 misiones de asistencia humanitaria coordinadas en el norte de Gaza contaron con la asistencia de las autoridades israelíes, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU.
“La ausencia de alimentos saludables y de agua potable acelera la propagación de enfermedades”, advirtió hoy en un comunicado Hossam Abu Sfia, director del hospital Kamal Adwan al norte de la Franja. “No hemos recibido ningún suministro esencial en el norte de la Franja de Gaza, especialmente alimentos para los niños”.
La realidad del enclave es que sólo una pequeña minoría puede comer con regularidad debido a la ausencia o al precio insoportable de los alimentos. Las organizaciones sobre el terreno informan que muchos lo hacen una vez al día y carecen de leche y alimentos para bebés. Además, la falta de combustible obliga a la gente a quemar plástico o madera para cocinar.
Algunas enfermedades como la hepatitis y la gastroenteritis están resurgiendo.
Hossam Abu Sfia añadió: “Lo que podemos ofrecer son algunas soluciones médicas para los niños desnutridos. “Exigimos acceso a combustible, alimentos y suministros médicos”.
Por su parte, la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) advirtió hoy que el trauma psicológico que la guerra está provocando en los niños de Gaza hace que algunos no quieran seguir viviendo rodeados de tanta muerte.
“Lo que vemos en los niños pequeños, en particular, son signos de depresión porque lo han perdido todo. “Perdieron a sus padres, a sus hermanos, a sus casas, a sus juguetes, a todo lo que hacía normal su vida diaria”, afirmó la organización en un comunicado.